lunes, 16 de febrero de 2009

Diccionario de Plantas Y Flores

Diccionario de Plantas Y Flores

ABA: Corresponde a: Eleguá
Se usa en la inflamación, Eleguá le da el "Ashé" a las hojas y raíces de la planta, las cuales bien hervidas se utilizan para refrescar y aliviar los pies cansados del caminante. Sus hojas se aplican también como remedio para la parálisis.

ACANA :Corresponde a: Oggún, Changó

Fuerte como el Guayacán, para las “gangas” y “resguardos”. Las cruces que se construyen con “acana”, apartan las malas influencias maldiciones y desvían los “malos ojos”. Los que son clarividentes y se asustan de noche porque ven fantasmas, llevando una crucecita de ácana, no los verán, pues ésta los hace huir. Desinfecta las heridas, la resina reducida a polvo y aspirada contiene la hemorragia nasal. Al hervir la corteza, hojas y las raíces se curan los granos y enfermedades de la piel.

ADORMIDERA : Corresponde a Obbatala

De acuerdo con la opinión de destacados mayomberos, es la mejor hierba que produce la tierra para embaucar. Para tales fines, se liga la adormidera con “caraguá” (que es un parásito del cerdo y de la guásima que algunos llaman Guilda-Vela), uña de los pies, pelo del nace sobre la frente o la nuca y de los sobacos de la persona que desee cautivar, y todo reducido a polvo, se le da a tomar en café, chocolate o vino dulce a la persona que te incentiva en el amor, cuidando de echar canela en el vino. Hay adormidera hembra y macho.

AGUACATE : Corresponde a: Oggún , Eleguá , Changó

El fruto morado del aguacate le pertenece a Oyá. El cocimiento del cogollo es bueno par expulsar los gases que produce su fruto y para la tos. El del aguacate morado, para provocar el menstruo, es abortivo. En lavados vaginales, para combatir las flores Blancas. La semilla molida y hervida sirve para borrar las arrugas de la cara.

AJO : Corresponde a: Obatalá

No se emplea para sazonar la comida de los Santos lucumís. Contra el mal de ojo se lleva en la cabeza entre el pelo y atravesado por un gancho. Es el sustento de las gangas y prendas fuertes porque les da fuerza. Pero hay prendas que el ajo las mata por ser débiles y no resistir su presencia. El ajo domestica a los majas “guardieros de gangas”. Un resguardo muy recomendable es el siguiente: en una bolsita de tela blanca se guarda una cabeza de ajo con hierba buena y perejil. Antes de usarse, es menester llevarlo a siete iglesias y humedecerlo en las pilas de agua bendita de dichos templos, y en este momento se dira: “Líbrame de mi enemigo, de cuantos me quieran mal, dame salud y suerte”. El ajo lo cura todo, molido y aplicado en fricciones es buen antídoto contra las picadas de los alacranes, arañas y avispas, etc. Cura el mal de madre, el padrejón y el empacho. El zumo ablanda los callos por muy rebeldes que sean. Para expulsar parásitos intestinales y bajar la fiebre. Facilita la expectoración al mejorar los resfriados y catarros, combate las malas digestiones y ayuda a expulsar los gases. Se utiliza además, para trazar insomnios y regular la presión arterial. Alivia los dolores reumáticos, la gota, úlceras, quemaduras y otras afecciones de la piel.

AJONJOLÍ : Corresponde a: Babalú Ayé

Es “tabú” en las casas de este Orisha. Si un hijo de San Lázaro come ajonjolí se enferma e inclusive puede morir, no pueden ni mirarlo. Igualmente les está terminantemente prohibido comer irú (granos) de frijoles como la lenteja, el gandul, etc. Sobre todo las lentejas, que son los mismos granos del leproso (Orisha Adeta). Tampoco pueden comerlos los “Iworos”, hijos de Obatalá, ni el gangulero. No liga, naturalmente con la “ganga”, solamente lo comen sin peligro los Santos. Si el ajonjolí se desparrama provoca una epidemia. Aleja lo malo ligado con corteza de corojo, azogue y pimienta de Guinea. Atrae también lo malo, pues Babalú-Ayé “bilonga” con ajonjolí. Las semillas, en cocimiento se utilizan para aliviar a los asmáticos tan pronto se declara el ataque. Fortalece el corazón. Las mujeres cuando crían a sus hijos deben tomarlo para tener leche abundante.

AMANSA GUAPO : Corresponde a: Obatalá

Para apaciguar, suavizar asperezas, conciliar y dominar Un amarre efectivo es el siguiente: amansa guapo, paja de maíz, la plantilla de los zapatos, una camiseta y pelo de la persona que se desee “amarrar”. El pelo se ata con una madeja de hilo del color del santo que propicie ese “trabajo”, junto con el pelo de la persona para quien se realiza el “amarre”. Con el amansa guapo entizado con hilo blanco y negro, aguardiente, vino seco, miel de abejas y canela, se obtiene lo que se quiera. Para dolores reumáticos y musculares.

ÁRBOL DE BIBIJAGUA: Corresponde a: Obatalá, Orisha-Oko, Yewá

La savia de esta planta se aplica a la culebrilla (una erupción que efectivamente tiene la forma de una culebrilla) que suele aparecer en el cuello y en la cintura, debiendo combatirla de inmediato. Este reptil imaginario puede matar al que lo padece, si llega a juntarse la cabeza con la punta. Los garabatos de esta planta sirven para atraer y unir a las personas que están separadas por cualquier motivo.

ARROZ : Corresponde a: Obatalá

El “Kamanakú”, es un apetitoso manjar de arroz molido. Se remoja el arroz y cuando los granos están hinchados, se pelan, se ciernen y se reducen a polvo. Se bate en un caldero y se cocina a fuego lento. Con leche se le ofrenda a Obatalá. El agua en que se lava el arroz mata la brujería. Se emplea para “limpiar” los quicios de las puertas donde ésta haya sido lanzada. A la semana siguiente de un “levantamiento del plato” (ceremonia que se realiza al año de ocurrida la muerte de un “olosha”), después de una noche de vela, en que se tocan los batás exclusivamente para el muerto, los que toman parte en este rito, asistirán a las honras fúnebres que deben celebrarse en la iglesia. Al regreso de la misa, se cocina el arroz sin sal, y con la carne que haya sobrado del cochino que se le sacrifica al difunto en esta ocasión, se riega por toda la casa. El arroz blanco con guengueré es una ofrenda tradicional para Oyá.

BONIATO: Corresponde a: Orichaoko, Ochún

Osain lo come, y cuando se quiere hablar con él, se lleva a la sabana un boniato bien untado de manteca de corojo y se le llama. Es una ofrenda gustosa a todos los Orishas menos Obatalá y Oyá. El día de “Itá”, el tercer día de la consagración en “Regla de Osha”, el “Asentado” escucha la lectura del porvenir y le son revelados las diversas acontecimientos, prohibiciones relacionadas con su destino y que deberá observar toda la vida. A las Iyaloshas, en su mayoría, se les prohíbe comer boniato (batata). Pero muy pocas, se privan de esta vianda cuando la ocasión se presenta, pues se le llama entonces, si es que su nombre llega a mencionarse ante ellas, “papa dulce”. Por lo tanto, no se le deberá brindar a ninguna Iyalosha un boniato, se le brindará una “papa dulce”.

CALABAZA: Corresponde a: Ochún
A los “asentados” que en “Itá” (lectura del porvenir), si les sale la “letra” o signo “Obara Melli”, deberán respetar las calabazas, no pueden regalárselas a nadie, pues son hijas legitimas del orisha Changó en un camino “Obara”. El “ebó” o sacrificio que aconseja este signo para triunfar en cualquier obstáculo, comprende un gallo, un cesto de calabaza, ñame, plátanos y dos o cuatro macitos de leña para quemar la ropa del que hace el “ebbú” junto a una palma real, y que después vestirá de limpio, con “ashó fun fun” (traje blanco). Este “ebó” reproduce el que hizo Obara en la selva. La primera cazuela de congo fue una calabaza. Mucho antes que en cazuela de barro, la “ganga” se guardó en “Nkandia (calabaza). En el campo de la medicina el “onichoggún” o el “inkisi” la emplea en cataplasmas para aliviar el ardor de las quemaduras. Las semillas pulverizadas mezcladas con leche hervida, son tradicionalmente conocidas para el tratamiento y expulsión de la lombriz solitaria. El zu28.01.2005ceite y semilla de mamey colorado para el pelo. Hace crecer el cabello y le da gran brillantez.

CIRUELA: Corresponde a: Oyá
Es el árbol predilecto de Oyá. Su árbol de batalla. Tres gajos de ciruela servirán de látigo, son necesarios para un “ebó” de enfermo (también se utiliza el Marpacífico). De resultar Oyá el que se encargue de una curación y esto naturalmente debe preguntarlo el santero a sus caracoles. Se necesita además, una cabeza de chivo, una sabana para tapar el enfermo, nueve velas, nueve ekó, nueve varas de género de todos los colores, Ofún (cascarilla), un gallo, dos gallinas, tres palomas, “ekú”, “eyá”, tres pitos y nueve cocos. Oyá maneja varón con ciruela. Todas le pertenecen.

CUCARACHA : Corresponde a: Yemayá
En Omiero, para lavar las piezas de este orisha. En cocimientos se usa para la irritación interior, la crisis de colitis y para provocar la menstruación. Las hojas hervidas y tomadas con un poco de azúcar destruyen los cálculos renales. También terminar con los callos aplicando a éstos sus hojas.

ESPINACAS : Corresponde a: Ochún
Se utiliza para cubrir el habitáculo de esta diosa y “refrescarles”.

ESTROPAJO : Corresponde a: Obatalá
Se utiliza para baños de “despojos” cuando la suerte nos ha abandonado, pues el estropajo tiene la virtud de desenredar la suerte y las malas situaciones. Se recomienda en “enemas” contra el parasitismo intestinal y la blenorragia.

GUAYABA : Corresponde a: Eleguá
El fruto es una de las ofrendas que más gusta Eleguá. Trabaja de preferencia con los “garabatos” (iwó lunguoa) y las hojas “koka”) nganga. A la suerte se le atrae con siete garabaticos. Después que se usan, se pilan. Se cocina un boniato, se unta de manteca de corojo y se le entierra en una encrucijada con jutía, arroz “areche” (frijoles). La persona se “limpia” con el boniato antes de enterrarlo, se llama a Eleguá y se le entrega. Después se bañará con ewe de Oyá grama, grosella, albahaca morada, cucaracha morada, guacamaya, Croto, ponasí, malanga amarilla, ewe de Oshún, frailecillo, laurel, Mastuerzo, angarilla, mata-perro, platanillo de costa, jaboncillo, hojas de fruta bomba y caimito. Para las quebraduras: se toma una cinta de hiladillo con la medida de la hernia de un quebrado, y se introduce en una rajadura del tronco (musitoto) de un guayabo. Cuando esta hendidura se cierra, desaparecerá la hernia. El cocimiento de los leños y comer frutas verdes como antidiarreico. Para la cura de llagas se usa los baños de las hojas, por su efecto astringente.


INCIENSO : Corresponde a: Babalú Ayé
Se utiliza para “despojos y baños”. En cocimientos regula el período y calma el dolor de estómago. Aspirado el incienso “aclara la mente, despeja las malas influencias”. Actúa rápidamente contra el dolor de cabeza.

MALANGA: Corresponde a: Yemayá
En una hoja de malanga se guarda el “derecho” que es el dinero que percibe la “iyaré” por “dar santo”, en la “ceremonia del Asiento”. Las hojas de malanga son instrumentos de Yemayá.

MANGO: Corresponde a: Ochún
Gusta mucho a todos los Orishas. Cuando florece demasiado, presagia miseria. La semilla machacada en alcohol es un desinfectante excelente. Se recomienda el cocimiento de mango macho con travesera para las hemorragias.

NARANJA: Corresponde a: Ochún
Es el fruto que tantas veces reclama “yeyé” cuando baja a bailar con sus omós y adoradores. Es muy recomendable el ofrendarle a Yalodde una cesta de naranjas, pero bien linda en la orilla del río. La diosa, después del baño saborea siempre con deleite la fruta dulce y dorada, que es dulce como ella.

ROSAS: Corresponde a: Ochún
En baños para atraer se emplean cinco rosas amarillas, azogue, miel de abeja y canela. Baños para “owó” (para atraer el dinero) se hace con cinco rosas amarillas, perejil, albahaca, cinco esencias diferentes y miel de abejas.

RUDA: Corresponde
Los brujos la detestan porque es su peor enemigo. En la casa donde crece esta planta los “nfoki” no penetran. Por ello es buena precaución tener una matica de “ruda” en el patio de la casa o en el balcón pues nunca se sabe que clase de persona vive en la otra puerta, y generalmente son los los niños los más expuestos a recoger los daños. Para amarrar a una persona, se consiguen cinco vellos de quien se desea “atar”, se compra un panecillo fresco, se abre por el medio con un cuchillo nuevo. Se colocan dentro del pan los vellos en cruz, los del que “amarra”, arriba de los vellos del que quedará preso. Se juntan las dos mitades del panecillo y se atraviesan con tres púas de palo mirto, para que queden unidos y bien seguros los dos pedazos de pan. Se mete el pan en una lata con cuatro tierras y se siembra en ella una mata de “ruda”. Cuando la mata se esta agotando se escoge el mejor de los gajos y se vuelve a sembrar. No se le dará a nadie, ni una hoja de esta mata, ni se le toca los viernes.