domingo, 22 de febrero de 2009

1º Evento :Marzo 2009

1º Evento :Marzo 2009
¿TE GUSTARIA CONOCER LOS MISTERIOS QUE CONLLEVA EL MUNDO MARAVILLOSO DE LA MAGIA ELEMENTAL?

Impartido por :
Simón el Mago
Maestre en la Antigua Alta Magia Sagrada Sumeria y Elemental.
Simón el mago después de haber indagado por todos los medios y comprobando la confusión que se está generando a aquellos que en verdad quieren obtener un verdadero conocimiento en las ciencias ocultas, ha decidido exponer sus conocimientos a aquellos que sean dignos de recibirlos.
En las clases que impartirá Simón el mago, ustedes aprenderán a conocer el yo interior, el dominio de los elementos, tierra, fuego, aire, y agua, y lo más importante, el dominio del quinto elemento, también aprenderán a canalizar los canales internos y externos del ser humano, ustedes podrán aprender a confeccionar los verdaderos talismanes de protección y poder, como también poder descifrar las claves exactas de los antiguos magos y alquilimistas. Simón el mago os enseñará el manejo de las artes, siendo el en primera persona el que os demostrará como se utilizan las energías y como responde, asimismo os dará un curso intensivo para obtener el conocimiento de la Kábala
Imprescindible para el confesionamiento de los diversos talismanes.
También os enseñara a comprender las diferentes Macías que existe,
El curso será en plena naturaleza ya que es el lugar idóneo donde estaremos en sintonía con los elementos y la naturaleza.
Las clases serán impartidas en Santander y Cáceres
Los días:
MARZO: Santander: 20 21 22 Lugar : SELAYA
ABRIL: Cáceres: 03 04 05 Lugar: PLACENCIA

El importe total del curso será de 570 EUR
Nota: en el precio ya está incluido el alojamiento como la alimentación y los diversos materiales que se emplearán para la confección de los diversos talismanes y otras cosas.

Atención: no está incluido los desplazamientos.
El grupo de personas que asistirán no superarán las 50.
Las personas que asistan recibirán un diploma de iniciación en la antigua alta magia sagrada.
Para mayor información contacten con el teléfono: 690.778.525 o al correo (altamagia1@hotmail.es). Donde le daremos toda la información necesaria.
Para poder asistir, tendrá que haber abonado el 50% para reservar su plaza,
Cuando tengamos su reserva, le daremos el lugar exacto donde se hospedará.
El 50% restante se abonará el día de llegada, en el lugar donde tendrá su residencia.

Todas las clases serán impartidas personal mente por Simón el Mago

Esta es una breve historia de los caminos andados por Simón el mago en busca del conocimiento oculto Simón fue iniciado en las artes a la edad de 12 años por uno de los Maestros de la antigua alta magia sagrada, cuando contaba con 18 años continuó con su iniciación en la Antigua Magia su Meria, por el rabino israelita Simón, con el aprendió los grandes secretos que encierran la antigua alta magia Sumeria, a la edad de 22 años continuó con el rabino perfeccionando los conocimientos de la cábala y poniendo en práctica los conocimientos que había adquirido.
En su afán de buscar otros conocimientos, se desplazó a la india, en busca de hinduismo que se denomina el Sanatana-dharma, la , pues se considera que en esta tradición se asumen todos los aspectos de la Verdad transmitidos a través de los siglos.
Un Reconocido Maestro ya muy anciano le enseño los darsana, los seis sistemas filosóficos del hinduismo: el Nyaya, el Vaisesika, el Samkhya, el Yoga, el Mimamsa y el Vedanta. Todos estos sistemas tienen una misma meta: liberar el alma del ciclo de renacimientos y reunirla con Dios o el Absoluto.
En su afán de obtener más conocimientos y recomendado por su maestro entro en un monasterio Budista adquiriendo los conocimientos que antes el anciano le había sugerido.
En busca de conocimiento entro en el taoísmo. El taoísmo lo forman dos corrientes de diferente índole respectivamente filosófica y religiosa del pensamiento chino: el taoísmo filosófico (Tao-chia), y, por el otro lado, el taoísmo religioso (Tao-chiao)
entró a formar parte de otra vertiente El zen que es una escuela del budismo Mahayana.
Cuando aún no contaba 28 años conoció a un maestro el cual era reconocido como uno de los chamanes más prestigiosos de América. El chamanismo no es propiamente hablando, una religión, es un conjunto de métodos extáticos y terapéuticos ordenados para obtener el contacto con el universo paralelo, aunque invisible, de los espíritus. Después de recibir su enseñanza decidió partir hacia Venezuela donde fue iniciado en Las Reglas de Osha Ifá
después de unos años comprendió que tendría que viajar a Nigeria donde hallaría la cuna de la religión Yoruba y Lucumi.
Fue apadrinado por el prestigioso Wande Abimbola Awise Ti Agbaye el vocero del rey, representante y presidente de la organización mundial de la religión Yoruba. Simón recibió las enseñanzas de los babalawos mayores ancianos y los de mayor rango de jerarquía de la religión Yoruba. la jerarquía de Simón es de Olúwo Omo Odun : Tanur,Awo Ni Orunmila ogbe Di.Sacerdote de Ifa.
A la edad de 40 años viajó hacia el Brasil para tomar conocimientos en otras religiones y perfeccionó los estudios ,siempre buscando los maestros, los cuales pudieran aportarle un verdadero conocimiento A la edad de cuarenta y siete años y habiendo obtenido los conocimientos necesarios, retornó al origen de su iniciación La antigua Alta Magia Sagrada y Elemental ,y a demás, a través de los años ha estado investigando en los antiguos Grimorios y descifrando las claves que en ellos encierra, Simón el mago se puede considerar un erudíto, ha profundizado y estudiado algunas de las diversas lenguas extinta o las llamadas lenguas muertas de diferentes sitios del mundo, sobre todo, las lenguas que tienen que ver con el mundo esotérico y oculto, en la actualidad a sus cincuenta y cinco años su dedicación es transmitir las enseñanzas que el ha recibido de los maestros y exponerlas al servicio de aquellas personas que buscan obtener un conocimiento en las artes mágicas, o bien llamadas ,las ciencias ocultas. En resumen, su vida es ayudar a sus semejantes y enseñar los misterios que conlleva este mundo maravilloso de la magia.
NOTA: Simón el mago dice que el conocimiento se trasmite de maestro a discípulo verbalmente y que el verdadero conocimiento aún no está escrito en ningún libro. El maestro también dice que el mundo mágico está al alcance de todos, pero son pocos los que verdaderamente encuentran el camino.
Un gran saludo a todos y espero que asistan a estas clases que impartirá el maestro, se que en estos tres días las enseñanzas que recibirán de Simón, les abrirá las puertas hacia el camino de la verdadera iniciación. QUE LA PAZ SEA CON VOSOTROS

lunes, 16 de febrero de 2009

ÒRÌSÀ OBÀTÁLÁ

ÒRÌSÀ OBÀTÁLÁ


Uno de los nombres de Òsà-nlá del que se cuenta, que luego de vivir muchísimos años en la tierra como rey de reyes, decide emprender un viaje hacia Oyo, para visitar a su querido amigo Sángo.
Antes de viajar consulta a Ifa quien le advierte que evite realizar el viaje porque el oráculo no era favorable. Obàtálá hace caso omiso de las advertencias de Ifa y parte hacia los reinos de Sango, sólo y sin custodia alguna.
Ya cerca del palacio de Oyo, se encontró con el hermoso caballo blanco de su amigo Sango que parecía estar perdido y decidió llevárselo. Pero el azar quiso que unos jóvenes soldados que pasaban por el lugar, no reconociéndolo, lo acusaran de querer robar el caballo y lo encarcelaron por largo tiempo.
A su vez, Sango que estaba en una etapa muy difícil de su reinado, decide consultar al oráculo e Ifa le dice, que todas sus penurias se debían a que desde hacía tiempo, mantenía preso en esas tierras a Obatala.
Inmediatamente Sango recorrió los calabozos y encontró a su querido amigo muy débil y enfermo. Llevándolo prontamente hacia el palacio, curó sus heridas y realizó una gran fiesta en honor de su mejor y más querido amigo.

CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS REGIDAS POR ÔSÁ-NLÁ

Las personas de Ôsá-nlá son calmas, responsables, reservadas y de mucha confianza. Sus ideas son llevadas hasta el fin, mismo que todas las personas sean contrarias en sus opiniones y proyectos. Les gusta de dominar y liderar a las personas.
Son muy dedicados, caprichosos, manteniendo todo siempre limpio, con belleza y cariño. Respetan a todo el mundo y exigen ser igualmente respetados

ÒRÌSÀ ÒSÀ-NLÁ OSALA U ORISA-NLA

ÒRÌSÀ ÒSÀ-NLÁ OSALA U ORISA-NLA


Òrìsà máximo del panteón Yòrùbá. Simboliza la paz , calma, sosiego y equilibrio.
A él fue que Olodumare le encargó la tarea de formar a los hombres y mujeres que conformamos la tierra. Por ese motivo, es llamado el Òrìsà de la creación, la justicia y la armonía. A el le pertenecen los ojos que todo lo ven.
Tiene diversas representaciones como viejo y joven. Es calmo, sereno, pacificador. Es el creador respetado por todos los òrìsà y por todas las Naciones.
En su paso por el aiye Osa-nla fue casado con Nana Buruku.
Òsà-nlá es el representante físico de Dios en la tierra y el líder máximo de todos los 401 Òrìsà móviles existentes.
Òsà-nlá fue el Òrìsà que luego de crearse el aiye, trajo de orun el igi òpe, la palmera sagrada, y la plantó en la tierra para que alimentara a todas las criaturas que por designio de Olodumare, el debía modelar.
Los ancianos de las tierras Yòrùbá cuentan que fue a Òsà-nlá que le había sido dada la misión de soplar el polvo de la creación y así formar el Aiye; pero ocurrió que antes de la partida, Ôsá-nlá consultó a Orunmilá quien le aconsejo ofreciera un sacrificio a Esù para evitar complicaciones en el trayecto. El gran Òrìsà, muy molesto se negó rotundamente a servir a Esù y sin realizar el ebo, parte rumbo al aiye.
Esù, molesto por la negativa de Ôsá-nlá, decide que se cobrará el atrevimiento y muy enojado se venga provocando en Ôsá-nlá una sed intensa. Como no había ningún manantial cerca, Ôsá-nlá no tuvo otro recurso que abrir una cáscara de tronco de una palmera para saciar su sed. La bebida fermentó, produciendo en el Òrìsà Funfun una pesadez total, pero como la sed no cesaba, bebió hasta caer de bruces bajo la palmera, olvidando por completo donde estaba ni cual era la misión encomendada para el. Así saturado de vino de palma quedó profundamente dormido.
Acertó pasar por el lugar Oduduwá , que viendo al gran òrìsà dormido, decidió tomar el saco de la creación e ir en procura de Olódùmàré para contarle en el estado que había hallado a Ôsá-nlá.
Olódùmàré entonces, le entregó la calabaza de la creación a Oduduwa y éste partió hacia su destino.
Luego de la creación del aiye, Orunmila encomienda a Òsà-nlá la tarea de modelalar a los hombres diciéndole que para ello, debe tomar, una parte del orun, otra del aiye y modelar las figuras de hombres y mujeres a su imagen y semejanza, tal como él los creara a ellos . Òsà-nlá presuroso, va a orun y le pide a Ori que le proporcione los elementos para esculpir las cabezas, este se los proporciona y cuando Òsà-nla regresa al aiye, pide ayuda a las otras divinidades para que busquen el material y comienza así a dar forma a los cuerpos. Una vez que Òsà-nlá tuvo listo el molde, Olodumare lo dividió en tres partes esenciales a las que llamó:

ARA ; el cuerpo físico que Òsà-nlá supo modelar y que tocado por la mano de Dios adquirió movimiento. El ara le permite actuar y reaccionar en su ambiente físico y es la parte del hombre que se entierra luego de su muerte. También Olodumare colocó en el ara, el Okàn, que aunque es traducido literalmente como corazón, éste Okàn es invisible al ojo humano y podría traducirse como el sentimiento que permite a la mente (iye) sentir, meditar, amar etc..
EMÍ ; el alma o espíritu. Soplo de vida que Dios concedió al hombre durante su permanencia en la tierra.
ORI INU ; la esencia total de cada hombre. Es el que controla el destino de cada hombre pero no lo obliga.
Los yòrùbá consideran que hay dos tipos de Ori inu; el Orí Rere o buen Orí que trae el ser humano al nacer y el y Orí Burukú, o mal orí y corresponde al caracter que la persona va desarrollando a través de los años, las situaciones especiales de su medio social, la adaptación al mismo y también, debido a fuerzas invisibles negativas que suelen atacar al ser humano.
Cuando el hombre muere, el Emí abandona el ara y regresa al òrun junto a su creador.
Si muere sin haber cumplido con la misión para la que fuera enviada a la tierra, el Emí queda en un plano intermedio, hasta que pueda entrar en otro cuerpo, retornar a la tierra y cumplir con su misión. Una vez que ha cumplido con ella, retornará al Òrun y allí permanecerá, junto al creador.
Siguiendo ésta línea de pensamiento, cuando Orunmila da el soplo de vida, se interactúan Òrìsà, Ori inu y Ara , formando la asimetría que va de D ios al hombre , puesto que Dios controla al Ori inu y a todos los Òrìsà; y éstos, influyen sobre los actos del hombre.
El ota de Òsà-nlá es una piedra blanca y lisa. Acompañan su asentamiento, el opasoro , bastón formado por un palo de plata adosado en su punta con palomas, campanillas, sol, luna, estrella y peces. El opasoro acompañó al gran Òrìsà en su andar por la tierra cuando con él, decidió separar los dos mundos, el aiye y el orun.
El Ekodidí plumas de la cola de un papagayo de la costa africana. Único atuendo de color rojo que le es permitido usar a Oxala.
Su color es blanco . Su número el ocho y los días de culto, domingos y miércoles.
Sus comidas votivas están compuestas de maíz blanco partido (mazamorra), hervida y condimentada con miel.
Arroz o mazamorra con leche, azúcar y canela en vainas.

ÒRÌSÀ YEMOJA o IEMANJA

ÒRÌSÀ YEMOJA o IEMANJA

Òrìsà femenino de gran importancia, amado y respetado por todas las corrientes Africanistas. Ella es la mayor divinidad del panteón Nago después de Òsà-nlá.
Es el Òrìsà de mayor importancia, sobre todo en Egbé, nación Yòrùbá cuyo río principal lleva su nombre a partir de la historia que les relataré.
En los tiempos que Yemoja fue esposa de Odúduwá, tubo con el diez hijos, siendo el primogénito Òrùngan, el primer gigante que habitó la tierra.
Un día, Odúduwá que solía ser muy afecto al vino de palma, se emborracha y ataca a su mujer, que cansada de sus agresiones decide huir lo más lejos posible.
En su fuga, simplemente atinó a llevar la calabaza conteniendo un líquido que le fuera entregado por Olodumare antes de su partida a la tierra y que sólo debería utilizar en caso de extremo peligro.
Así fue, como en el apuro por alejarse de su irascible marido huye hacia Abeokuta, pero al llegar tropieza y cayendo de bruces al suelo, rompe la calabaza que derramando un líquido sobre la tierra, forma un río que rápidamente se abre paso en dirección al mar. Presurosa, Yemoja siguió su cauce y se adentró en el océano, del que ya no salió, hasta su regreso al orun.
Dueña y señora de los mares y considerada la reina madre de todas las divinidades del panteón Africano, representa la esencia misma de la fertilidad y a ella le pertenece el líquido amniótico donde la criatura humana se va formando durante nueve lunas.
Su poder controla las aguas saladas y dulces y todo lo que en ellas habita, de la misma manera que gobierna las lluvias junto con Oya.
Con Olokun convive en la profundidad de los océanos y custodia las enormes riquezas inexploradas aún, de las profundidades marinas.
Es la divinidad considerada custodia amorosa de la familia y todo grupo humano. Imparte su amor y dedicación a todos los seres que habitan la tierra, mares, ríos y lagos. Por ello, se le ruega protección para los pescadores que salen al mar. Su intervención favorece la pesca y cuida de los hombres que atraviesan los mares procurando el pescado que alimenta a la población
El ota de Yemoja es una amatista cuya forma asemeja a un bote, siendo sus emblemas, una corona de plata, adornada con finos hilos de perlas naturales, espada, remos y el abanico ritual confeccionado en metal blanco y engalanado con cuentas de traslucido cristal. Sus colores son celeste, rosa pálido, blanco y turquesa. El viernes es su día de culto y su número es ocho.
Come maíz blanco bien hervido y luego rehogado en aceite y mezclado con perejil picado. Pescado de mar preferentemente claro hervido entero, sin sal y acompañado por una especie de salsa bien espesa elaborada con coco rayado, cebolla muy bien picada, y mezclados con perejil picado, Se sirve en un plato blanco y se lo acompaña con maíz blanco hervido por varias horas hasta que casi se desintegre y un trozo de sandía.

CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS REGIDAS POR YEMOJA

Quienes poseen la protección de éste Òrìsà son personas con fuerte determinación, arrogantes y proclives a dominar al otro.
Detestan la mentira y buscan ser respetadas y tenidas en cuenta a cualquier precio.
Su temperamento es difícil, no miden sus palabras y resultan hirientes al no controlar su manía de resaltar los defectos de los otros. Impetuosos y discutidores, jamás perdonan una ofensa y esperarán pacientemente el momento de caer sobre su enemigo.No confían mucho en nadie y se consideran dueños de la razón.
Cuando entregan su amistad, son considerados, amables y sinceros. Dedicados a la familia, viven pendientes del bienestar de la misma.
En lo relativo a su trabajo y carrera, son determinados, emprendedores y sumamente capaces, lográndose destacar fácilmente del resto y encontrando siempre una veta potable para conseguir sus propositos.

ÒRÌSÀ ÒSUN

ÒRÌSÀ ÒSUN


Osun, es una de las principales divinidades del panteón Yòrùbá. Sus dominios son las aguas de ríos, lagos, cascadas y arroyos y es venerada como la dueña y señora de las aguas dulces. Desde la formación de los tiempos ella es dueña y patrona del río Òsun, donde se la venera desde entonces. Osun también es patrona del río Osogbò, río que atraviesa la ciudad del mismo nombre.
Ella representa la belleza, dulzura y ternura de lo femenino. Es coqueta, vanidosa y engreída. Adora ser centro de atracción y representa todo cuanto de fortuna, esplendor y poder existe en la tierra.
Segunda mujer de Sango logra ser la más amada. Su natural arte de seducción logra convertirla en la más agasajada por éste Òrìsà que la colma de riquezas y condescendencias. Osun es quien cuida y protege a los niños desde el mismo momento de su concepción, aún en el vientre materno y hasta que éstos tienen edad suficiente para manejarse solos.
Además de Sango, Osun fue esposa de Ogun y Ososi y Orunmila.
De su matrimonio con Olodumare, Osun logró aprender ayudada por Esu, los secretos y misterios del Oráculo de Ifa.
Uno de los hijos del matrimonio de Osun con Ososi fue llamado por esta Logunede , que como su padre amaba la espesura de los bosques, donde desde niño gustaba de cazar. Y a pesar de la insistencia de la madre para que aprendiera a nadar, nunca lo consiguió, siendo por causa de ello, que cuando creció, abandonó el hogar materno y se internó en el bosque del que no regresó más.
Òsun es llamada de iyalode, título conferido a la persona que ocupa el lugar más importante entre las mujeres. Y es junto a Oya quien sabe y puede manejar a las Iyami Osoronga , siendo a éste respecto su gran sacerdotisa.
Si bien Osun es la representación del amor y la fortuna, como guerrera, su paso por el Aiye deja importantes historias que cuentan su bravura, determinación y malicia para lograr vencer cualquier batalla que le permita realizar los objetivos propuestos.
Vanidosa y orgullosa, Osun no soporta ser relegada a segundo plano bajo ninguna circunstancia, y de eso da cuenta una leyenda muy significativa que a continuación narraré.
Luego que todos los Òrìsà llegaron a la tierra, comenzaron a organizar ciertas reuniones en las cuales no era permitida la presencia de las mujeres. Osun, molesta por tal discriminación, resuelve vengarse impidiendo que todas las actividades desenvueltas por ellos salieran favorables y tomando el poder que posee sobre la fecundidad, decide tornar estériles toda acción deliberada en esa asamblea.
Por más esfuerzos que los Òrìsà realizaban, nada era posible de concretarse y según pasaba el tiempo todo parecía yermo, los animales no parían y su extinción era inminente, lo que colocaba a los cazadores en una posición muy complicada, por no poder alimentar a sus familias, los frutos no se desarrollaban y lo que era peor, sus mujeres no lograban quedar embarazadas.
Asustados por tamaña situación, los Òrìsà deciden consultar a Ifa, para preguntarle el porque a pesar de sus deliberaciones, todo estaba muy mal en la tierra y ellos no lograban encontrar la razón de semejante situación.
Consultado el oráculo, se les dijo que Osun, ofendida por verse excluida de las decisiones principales, había castigado a todos, haciendo prevalecer su poder sobre la natalidad y mientras ella no fuera presencia viva en dicho cónclave, la tierra tendería a desaparecer.
Inmediatamente que los Òrìsà, convidaron a Osun a participar de reuniones y trabajos, todo volvió a normalizarse y la tierra retomó su cauce normal.

El ota de Osun es fácilmente encontrado donde las cascadas terminan, dando paso a un río donde las piedras de claro marrón se dejan acariciar por calmas y cristalinas aguas. Al ser señora y dueña de la vanidad, belleza y exuberancia, los ornamentos consagrados para Osun son confeccionados en oro y adornados con piedras preciosas.
Sus emblemas más preciados se componen de una corona de oro, con cuentas de piedras preciosas que caen en finos hilos, cubriendo parte del rostro, un abanico de metal amarillo, collares de topacio, brazaletes, perfumes y joyas de todo tipo.
El color que le corresponde es amarillo oro, rosa y verde claro brillante. Su día de culto el sábado y su número el ocho.
Sus comidas son a base de maíz partido, bien hervido y servido con abundante miel de abejas.

Omolukun: porotos tape previamente hervidos y luego rehogados en aceite de dende con cebolla y camarones y una pizquita de sal como condimento. Una vez servida, se colocan alrededor, rodajas de huevos duros.

Gingin de Osun : gallina trozada y guisada con sal, ajo, cebolla y aceite de dende .

Huevos de Osun : Esta comida se prepara de la siguiente manera; en una sartén se colocan trozos en juliana de ají verde, perejil picado y cebolla de verdeo, condimentando todo con una pizquita de sal y especies verdes. Una vez que la preparación está en su punto justo, se rompen cuatro u ocho huevos y se sirve en un plato recubierto por hojas frescas de lechuga.

Zapallo de angola hervido y cortado a lo largo y servido en una bandeja donde previamente se habrá formado un corazón de polenta o arroz blanco. Coronando la preparación se colocarán las yemas cocidas de ocho huevos y se lo rocía con miel.

Mokeka: pescado de río frito en aceite de dende u oliva, acompañado por una salsa de verduras verdes rayadas y mezcladas con una cucharada de maicena y leche. Jatikon : camarón guisado en aceite de dende, sal, cebollas, ajo, pimentón, tomate y todos los condimentos que se le quiera agregar. Una vez cocido se mezcla la preparación con arroz hervido formando una pasta de la que se prepararán bollitos que luego se fríen en aceite de oliva.


CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS REGIDAS POR OSUN

Las personas a quien este Òrìsà protege son elegantes, diplomáticos pero no muy sinceros y a pesar de su calmada y risueña apariencia, esconden una fuerte turbulencia interna que sale a la superficie cuando se ven amenazados. Tan fuerte como su amor, puede ser la ira, si se sienten desairados son capaces de utilizar cualquier estrategia para destruir a sus enemigos.
Lo social es muy importante y siempre están pendientes del más mínimo detalle y como les gusta ser centro de la escena, conocen el último chisme y “graciosamente”, intrigan para lograr la meta propuesta.
Las mujeres son vanidosas, sensuales y no muy fieles. Y como son muy afectas al lujo, las fiestas y a los placeres en general, es común que sus parejas sean personas influyentes y de dinero. Como madres son excelentes, cuidan con amor a sus hijos y engalanan su hogar, que siempre estará ordenado y cuidado con

SÒNPÒNNÓ

SÒNPÒNNÓ
XAPANA OMULÚ OBALÚAIYÉ


Orìsà orgulloso, huraño y rencoroso, amo de la tierra y de los espíritus en ella contenidos, está tan ligado a la tierra, como a las enfermedades y su curación.
Òrìsà de gran sabiduría, tiene bajo su dominio todo tipo de epidemias y enfermedades contagiosas, fundamentalmente las de la piel. Por ello es considerado el amo y señor, que puede tanto combatir como afectar, dolencias contagiosas. Corresponde a la figura del médico astral y a él se le suplica la curación de toda dolencia física y del espíritu. Sonponno detesta la injusticia, la mentira y la hipocresía.
Si bien el temperamento de Sònpònnó puede parecer rudo y hasta algunos autores lo describen como insensible, personalmente y luego de haber leído alguna de sus historias, creo que, su ira puede ser feroz, pero su misericordia es infinita.
Sònpònnò es una divinidad del panteón Daomey , lugar donde se refugió cuando fuera expulsado de Ifé, según se desprende del siguiente itan.
Mucho tiempo hacía ya que las divinidades habitaban en la tierra. El pequeño montículo de arena fue creciendo y poblándose de asombrosos lugares. Los océanos ondulaban las orillas con su verde mar, los apacibles ríos daban paso a magníficas cataratas que custodiaban la grandeza colorida del arco iris obsequiado por Osunmaré, denotaban su majestuoso e imponente bramar, hasta desembocar en un manso y cristalino río que fluía acariciando las soberbias rocas que majestuosamente se elevaban entre las aguas.
Los seres humanos habían sido creados a imagen y semejanza del gran Olodumare, y servían de ayuda a los Òrìsà en la construcción del aiye.
La tierra estaba siendo poblada. Y junto a la magnificencia de la vida que rebosaba de colores y perfumes, un sentimiento nuevo, extraño, comenzó también a gestarse en ella. La ambición, el rencor y la burla, tambien empezaron a formar parte de sus habitantes. Sin asomo de duda, los ajogun no perdían tiempo y muy subrepticiamente comenzaron a enquistar en los habitantes de aiye su ofo.
Así los Òrìsà, que estaban adquiriendo una nueva predisposición, mas humana, menos espiritual, se fueron contagiando de algunas miserias y transcurrieron sus días aveces con amor, bendiciones y alegrías, y otras veces, peleando por las posesiones que les permitieran tener mayor poder.
Cada uno pretendiendo tomar una porción mayor, peleaba a su manera por ella. Y así, entre buenas y no tan buenas iban transcurriendo los tiempos de su permanencia en la tierra.
Como cada uno tenía un lugar para si, ya no se reunían con tanta frecuencia, y era en el transcurso de fiestas o eventos muy especiales que todos se reunían.
Cierta vez, Òsà-nlá, extrañando los días en que en el orun, todos los Òrìsà disfrutaban de una amistad juvenil y franca, decidió brindar una fiesta en su casa e invitó a todos a disfrutarla junto a el. La fastuosidad era total, exquisitos manjares servidos en lujosas vajillas, acompañaban las bebidas más sofisticadas que se pudieran imaginar. La alegría reinaba por todo el salón y el vino corría como agua.
Era una fiesta era magnífica y todos los Òrìsà disfrutaban de ella, danzando, riendo y agradeciendo al gran Òrìsà su invitación.
En un momento determinado, Òsà-nlá llamo a los tamboreros ordenando que dieran comienzo al baile, para que todos pudieran mostrar su gracia y disfrutar de la danza.
Sàngó, que como sabemos era un bailarín excelente, tomo la delantera y dio inicio a la danza, a la que todos se unieron bailando al ritmo del tambor.
Todo era brillo y algarabía, nadie pensaba en sus intereses personales, disfrutar danzando, comiendo y bebiendo, era lo más importante del momento.
Solo Sònpònnò, taciturno y sentado en un rincón parecía no disfrutar de la alegría reinante. Todo el grupo se iba acercando a el pidiéndole saliera a bailar, a lo que indefectiblemente este se negaba. Tanto fue la insistencia que para no pecar de descortés, se levantó y comenzó a danzar, con tan mala suerte que tropezó y cayo de bruces al suelo, situación que motivó la risa de todos, que gritando y burlándose batían palmas a su alrededor.
Esa actitud produjo en el Òrìsà tal enojo, que tomando su bastón, comenzó a atacar con el a todos los presentes y así, a cada uno que era tocado por el bastón, se le cubría la piel con viruela.
La fiesta se convirtió en un desastre, todo había salido de control y la algarabía anterior abrió paso a un caos total. Gritos de terror se escuchaban por doquier, y Sònpònnò fuera de si, esparcía bastonazos a quien se le cruzara en el camino.
Ôsà-nlá, indignado por tal actitud recriminó fuertemente el proceder de Sònpònnò, por haber causado tamaña confusión. Pero todo era en vano, nadie podía parar las arremetidas del ofuscado Sònpònnó, que continuaba maldiciendo y enfermando a todo el que encontraba a su paso.
Muy alterado, Òsà-nlá llamó a Sango y a Ogun, ordenándoles que sacaran inmediatamente a Sònpònnó del lugar, llevándolo lo mas lejos posible.
Imponiendo su condición de gran Òrìsà, ordenó que fuera desterrado de esa tierra y mandado para un lugar lejano, llamado Daomey, pero antes de verlo partir, lo maldijo diciendo; Sònpònnó, por el ase que olodumare me confirió, yo, el gran Orisa-nla, te maldigo y ordeno que ninguna persona te albergue en su casa. Eres desterrado de Ile-Ife, y vivirás fuera de este pueblo, hasta que decidas retornar a Orun. Dicho esto, nada más quedó por hacer, Sango y Ogún llevaron a Sònpònnó a las fronteras de la ciudad y allí lo abandonaron a su suerte.
Sònpònnó, comprendiendo que nada podía hacer por el momento, en cuanto llegó a Daomey y comenzó a asistir a las personas que padecían algún tipo de enfermedad.
Su éxito en las curaciones le permitió ganar prestigio rápidamente. Todo le parecía sonreír, por lo que decidió que en esa ciudad levantaría su casa.
El poder de curación que el Òrìsà poseía lo convirtió rápidamente en rey absoluto del lugar y en el vivió hasta que decidió partir junto con los demás Òrìsà para el orun.
Se cuentan muchas historias sobre éste Òrìsà, tal vez sea por que es el único que cubre su cuerpo y rostro totalmente con iká, rafia africana y que pocos han sido los que lograron ver sus facciones en totalidad. Y a ese respecto cuentan los mayores que las demás divinidades comentaban que Sònpònnò era muy feo y estaba totalmente picado de viruela, hasta que un día, la curiosidad de Oya la llevó a hacer soplar sus vientos, logrando así descubrir trás los vestidos de rafia, el hermoso y varonil rostro del Òrìsà.
El ota de Sònpònnò es de piedra agrisada y poceada, que se encuentra en las orillas de playas agrestes o poco frecuentadas. Muchas corrientes o naciones, acostumbran a levantar para éste Òrìsà una casa con techo de paja. Este altar está separado del ala central y solo le está permitida la entrada a los sacerdotes o los iniciados que posean como Òrìsà regente a Sònpònnò.
Su fundamento lleva como símbolo de importancia el èrùkèrè, que a diferencia de los comúnmente utilizados por otros Òrìsà, es al igual que el de Nana Buruku, envuelto en hilos trenzados de rafia africana, que representan a los espíritus ancestrales contenidos en la naturaleza y que también se lo conoce por el nombre de Sasará. Este èrùkèrè denota la ligación de estas divinidades con iku, el destino final de todo ser humano. Con el mazo ritual, Sònpònnò barre enfermedades, tristezas, brujerías calamidades y todo tipo de pestes, de la misma manera que puede castigar con él. También se coloca una pequeña escoba, cadenas de acero y buzios.
En América es común que las ofrendas de Sonponno se despachen en campos alejados y solitarios, preferentemente en el límite de una localidad a otra, o en los caminos cercanos al cementerio..
Su día de culto es el miércoles y los colores que lo caracterizan son negro y rojo, rojo, blanco y negro y violeta oscuro. Su metal es el plomo, su número es nueve o múltiplo del mismo
Las comidas de uso común para esta divinidad son a base de granos de maíz y porotos negros, acompañados por granos de maní y pochoclo, todo muy bien torrado y servido junto.

CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS REGIDAS POR SÒNPÒNNÒ

Estas personas son de temperamento serio, circunspecto y suelen dar la impresión de vivir agobiados e insatisfechos.
Como trabajadores resultan muy responsables y cumplidores de los compromisos contraídos. Como amigos son selectivos y difíciles de satisfacer, pero cuando entregan su afecto o amistad, son dedicados, fieles y respetuosos de las idéas del otro y no dudan en sacrificarse para prestar ayuda al que la necesita.
Cuando se los ofenden no olvidan fácilmente el agravio. Son rencorosos y si dejan de lado una amistad, no vuelven sobre sus pasos.
Trabajan con tesón para construirse un buen pasar y como no son vanidosos ni gastadores, cuando logran una sólida posición económica saben mantenerla por siempre.

ÒRÌSÀ ÒSANYÌN, OSANHA U OSAÑA

ÒRÌSÀ ÒSANYÌN, OSANHA U OSAÑA


Orìsà amo y señor de la vegetación, plantaciones, hierbas, hojas y pócimas medicinales y rituales
Osanyin es considerado el médico de los Òrìsà, aliviando tanto enfermedades físicas como espirituales.
Se lo llama también Agbenùigi ( el que vive dentro de los árboles)
La importancia de Òsanyìn dentro de los rituales es trascendental porque siendo el custodio de la vegetación, sólo el es la autoridad competente para permitir tomar las hojas, bulbos y tallos con que se preparan los Omioro y pociones específicas que conlleva cada ritual religioso o curativo.
Osanyin es el médico por excelencia y conocedor de toda poción curativa contenida en la naturaleza.
Òsanyìn, por aquellos tiempos era ciertamente un hechicero poderoso gracias a su magia curativa, tan eficaz como grandiosa, pero también su vanidad, soberbia y arrogancia, lo eran y por eso, pocas veces cumplía con los ebo que le eran requeridos, consideraba que nada hacía falta para afirmar sus poderes. Hasta que en castigo por la falta de humildad, aprendió una lección importantísima que el itan IWORI OBARA narra de la siguiente manera:
La sanación de las hierbas curativas que todos los Òrìsà utilizaban dio a Osanyin un poder increíble, y como todo poder excesivo, convirtió al Òrìsà en un déspota desconsiderado y engreído, que indiferente a las necesidades ajenas, sólo pensaba en acumular riquezas materiales y comer glotona e incansablemente todo lo que encontraba a su paso.
Tanta glotonería hizo que engordara al punto de que un día, no pudo traspasar la puerta de salida y quedo encerrado en una de las habitaciones de la casa.
Al empujar, la mole de su peso hizo caer las paredes sobre su persona perdiendo de ese modo una pierna y un brazo. Luego del accidente, Òsanyìn resuelve cambiar su vida, convirtiéndose en un ser menos despótico, mucho más humilde, comprensivo y caritativo. La pérdida de sus miembros lo obligó a adelgazar para poder mantener la agilidad suficiente para mantenerse en equilibrio a pesar de la falta de su pierna. Y a partir de entonces, dedico su tiempo en el aiye a ayudar a todo el que requiriera de sus medicinas.
Òsanyìn, mientras duró su permanencia en la tierra tuvo varios hijos, que gracias a las enseñanzas de su padre, se convirtieron en los médicos brujos de diferentes tribus, sanando con hojas y pócimas extraídas de las plantas medicinales a los habitantes del aiye. En cada templo se lo reverencia respetuosamente y ningún sacerdote osa tomar una hoja para preparar una pócima curativo u omioro, sin antes haber pedido el permiso pertinente a Osanyin.



El ota de Osanyin es de piedra amarronada, semejante a un pie.
Son sus emblemas característicos, un pequeño árbol de hierro con siete ramas y un pájaro en la cima. También se lo representa con una muleta.
Los colores representativos de ésta divinidad son verde brillante y amarillo, su día de culto es el lunes y su número el siete.
Una de sus comidas predilectas es elaborada con papas cocidas, con y sin cáscara y hechas puré, con el que se formarán dos bollos en punta ( opeté ), colocados sobre harina de mandioca revuelta con miel. Abajo, se colocan hojas muy frescas de lechuga. También se le sirve maíz blanco , que luego es rehogado en aceite de dende, con cebolla y camarones. Una vez preparado y presentado en el plato, se coloca una manzana verde rociada con abundante miel.
Todos los frutos y hortalizas son predilección de éste Òrìsà.

CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS REGIDAS POR OSANYIN

Estas personas son bastante equilibradas, muy controladas y racionales, no permiten que sus emociones interfieran en las decisiones que deben tomar y por ello puede considerárselos fríos o indiferentes.
Eficientes y con gran capacidad para absorber conocimientos, se empeñan en lograr sus objetivos y calladamente van hacia sus metas sin dejar que nada ni nadie les impida .

ÒRÌSÀ ÔBÀ u OBA

ÒRÌSÀ ÔBÀ u OBA



Obà es un Òrìsà femenino con características muy fuertes, casi rondando en lo masculino.Guerrera, fuerte y compleja, fue la primer mujer de Sango.
Comparte las aguas dulces junto con Osun y Oya, Oba se destacó por su bravura en las batallas. Su fuerte energía la han hecho considerar tanto o mas fuerte que algunos Òrìsà masculinos. Ôbà primera esposa de Sàngó y despreciada por éste, recurre a Osun a pedirle consejo y es cruelmente engañada por ella.
Su amor por Sango era tan intenso que no podía resistir el compartirlo con sus otras mujeres. Y al ser la más vieja, sus celos y adoración hasta la tornaban cándida, frente a la exuberante Oya y la magnífica Osun.
Siguiendo con el relato de la candidez de Ôbà, cuentan que Sango, embelesado por la hermosura de su nueva mujer, Osun, deja de atender los requerimientos de oba haciéndola totalmente a un lado.
Oba, dolida y celosa, espiaba a la pareja que feliz y entre arrumacos, paseaba por los parques del fastuoso jardín del rey Sàngó.
Cada día, observaba cómo su otrora amante esposo, degustaba el amalá que su rival había cocinado para él como sabía que éste era fácil de convencer por el estómago, decidió pedirle a Osun la receta.
Osun, aprovechando la ingenuidad de su rival, le dice que el secreto del éxito con el marido de ambas era ni más ni menos que un hechizo de amor de su autoría y que consistía en algo muy simple, pero que requería un pequeño sacrificio de su parte.
Ôbà le suplica que le de el secreto, que consiste en cortarse una oreja, cocinarla y servirla en el centro del amala en honor a Sango. Tal era el amor que Oba sentía por su marido que no se percata del engaño de su rival y decide sacrificar su oreja.
Ôbà desesperada de amor, corta su oreja elaboró el amalá con las mejores hiervas aromáticas, la pimienta más fresca y como centro cocino su oreja en ese delicioso jugo. La decisión de cortar su oreja, hizo que ella perdiera mucha sangre, y su figura, de por si algo fea, se viera peor que de costumbre, pero ni la pérdida de sangre, ni el deterioro físico hizo claudicar a Oba que envolviendo su cabeza con un paño para esconder la herida que su automutilación dejara, llegó a los pies de su amo y señor y con amor dijo; - He preparado para ti, mi señor un plato exquisito y yo misma tendré el placer de servirlo. Acéptalo mi señor como prueba del amor que siento por ti -.
El aroma era delicioso y Sàngó, tan afecto a las mujeres como a la buena mesa, aceptó de buen grado el platillo que su fea y vieja mujer le obsequiaba.
Grande fue su asco e indignación, cuando en el medio del delicioso amalá vio una oreja humana. Loco de furia, Sàngó expulsó a Ôbà de su palacio, que sola, sin oreja y debilitada por la sangre perdida, maldijo su ingenuidad y prometió vengarse de la pillería impuesta por Osun.
Y así, gracias al engaño de Osun, Ôbà dejó el palacio y se convirtió en una guerrera fría, celosa y despiadada. Su ingenuidad se transformó en odio contra cuanta mujer se cruzara en su camino y así continuó, hasta su regreso al orun.
El ota de Ôbà asemeja una oreja de piedra rojiza y son sus Ase más importantes, una navaja que recuerda su flagelación, espada de cobre, mortero y un timón o rueda.
Sus colores representativos son marrón o rosa, y generalmente se la culta el día miércoles.

CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS REGIDAS POR ÔBÀ

Las personas regidas por éste Òrìsà, son luchadoras, bravas, agresivas y poseedoras de un dejo constante de amargura en sus ojos.
En lo afectivo suelen ser muy celosos y poco comunicativos, por lo que no mantienen una relación de pareja pacífica o estable. En lo social, su capacidad es fuerte, son emprendedores, mantienen sus ideales en alto y luchan por sus objetivos sin claudicar, lo que quiere decir que logran alcanzar niveles importantes en lo material.

ÒRÌSÀ ODE

ÒRÌSÀ ODE

Como su palabra lo dice, Ode es cazador y por consiguiente, protector de los cazadores. Ode caza por necesidad de alimentarse o alimentar a su familia, cuidando no tomar más de aquello que pueda ser usado como alimento diario.
Ode es quien durante la noche y junto con Bara, custodia las cercanías del templo, para evitar el ingreso de malas influencias astrales.
Ode posee la capacidad de estar en varios lugares al mismo tiempo y tiene poder sobre los ajogun.
Si bien es por excelencia el gran cazador de los Yòrùbá, la agricultura también está relacionada con el, así como se lo asocia con la luna por ser la noche, antes del sol nacer, su horario predilecto para cazar.


Ode es reservado, laborioso y solitario. Su energía está puesta en la caza, sustento de su progenie y en la tranquila y pacífica vida familiar que lo alejó de las guerras de poder vividas por los otros Òrìsà y le concedió la mística de la fidelidad y el trabajo constante y tesonero en favor de los suyos.
En América se lo culta en compañía de su pareja OTIM.
El silbido característico de éste Òrìsá recuerda que cuando su permanencia en la tierra él llegaba de los bosques con el alimento diario y silbaba larga y cadenciosamente para advertirle a Otim de su llegada y ésta, junto con los hijos, salía a su encuentro, feliz por regreso de su amado. A ellos se les suplica para que alejen los espíritus perturbadores, protejan a los niños y velen por la fidelidad de las parejas y la tranquilidad de la casa.
Su ota por lo general no se asienta en piedra, si en dos totens de madera, uno femenino y el otro masculino, simbolizando la pareja fiel y custodia del hogar.
Sus ornamentos son arco, flecha y erukere. Los colores característicos son el azul brillante y blanco. La comida predilecta de Ode es a base de harina de mandioca mezclada con miel de abejas y acompañada por costillas de cerdo fritas en epo.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS HIJOS DE ODE

Las personas que cuentan con la protección de éste Òrìsà, son reservados, fieles y poco afectos al bullicio o lo social.
Cumplen o por lo menos tratan siempre de cumplir con la palabra empeñada, y cuando se los agrede pueden ser muy violentos y hasta crueles.
Su vida está centrada en su casa y familia que cuidan desde muy jóvenes y la defienden con tesón.

ÒRÌSÀ SÀNGO

ÒRÌSÀ SÀNGO


Òrìsà poderoso, impulsivo, irritable y precursor de la justicia. Su posición en el panteón Yòrùbá es preeminente.
Sàngó es un Òrìsà viril, seductor y sumamente atractivo. Sus conquistas como guerrero y estratega, son tan fuertes como su irresistible encanto con las mujeres.
Sango fue amado por Oya, Osun, Oba, sus tres mujeres más importantes, pero dada su propensión a la aventura, sus amores extra matrimoniales son una cadena interminable. Su pasión por la danza durante los festivales y la armonía de sus movimientos, convierten a ésta divinidad de fuego en un eximio bailarín, que al son del bàtá ( tambor ritual de Sàngó ), denotaba su superioridad.
Sàngó es el Òrìsà que asociado al fuego, los truenos, relámpagos y la justicia.
Sus dominios son las piedras y se lo asocia con la fuerza y el poder.
Su irascible temperamento se hace notar frente a injusticias, mentiras o traiciones. Y esto tiene que ver con la historia de su paso en la tierra y la forma de retornar a Orun, según se desprende del siguiente relato.
Sàngó fue el cuarto rey de Oyo, que en su reinado impuso una suerte de sistema de gobierno muy especial, compuesto por 12 miembros que dieron en llamarse, LOS DOCE MINISTROS DE SÀNGO. Siendo éstos ministros eran sus consejeros, pero además de estar bajo sus órdenes, cada uno de ellos gobernaba un distrito dentro del reinado de Oyo. Este sistema de gobierno recibe el nombre de Oba ijila. Los doce ministros de Sàngó estaban compuestos por doce reyes, 6 de ellos a la derecha, que eran los mas importantes y con derecho a voz y voto y 6 a la izquierda sin derecho a voto. Estos doce ministros llevan el nombre de Mogba y eran a su vez, jefes de los pueblos sujetos al gobierno general de Oyo, la capital política del país Yòrùbá.
Los miembros de este consejo incidían con sus decisiones, tanto en los intereses de Sàngó como en el bienestar de los súbditos del reino, oficiando tambien de jueces y jurado, condenando y absolviendo a los acusados por algún delito cometido en la comarca.
Por ejemplo Kankanfo, que fue uno de los más importantes ministros y en los consejos de mayores estaba situado a la derecha y tenía también el cargo de Generalísimo del ejercito.
El más importante de la izquierda fue Ologbon , rey de Igbon y dilecto ministro del Gran Rey Sàngó .
El reino de Sàngó fue uno de los más poderosos de Nigeria hasta que Sàngó, embriagado por el poder que poseía, fue transformando su justo equilibrio en una mordaz tiranía. Su soberbia lo llevó a abusar de su posición y los gastos ocasionados por los grandes bacanales a que era afecto, más las riquezas que gustaba de acumular, lo llevaron a crear mayores tributos. Estos impuestos, injustamente aumentados hacían imposible ser cumplidos por el pueblo, que cansado de tamaña tiranía y enardecidos por el hambre y la miseria a que eran sometidos, decidieron pedir el favor de los ministros para desterrar al despótico rey que sólo pensaba en seducir mujeres y dispendiar fortunas en onerosas y exquisitas prendas y joyas.
El pueblo repudió a ese rey soberbio y despótico. Uno a uno, sus aliados fueron abandonándolo, todo el reinado caía. El imperio se derrumbó tras la sublevación de los cansados súbditos, que saliendo a la calle desataron una guerra implacable, que solo cesó cuando el gran Oba, tomando todo cuanto pudo cargar de su palacio, huyo lejos. En su escape de Oyo, solo contó con la adhesión y fidelidad de Oya, su segunda mujer, quien lo acompañó hasta último momento, partiendo junto a el hacia el Orun. La fidelidad y el amor de Oya era tan grande que no entendía seguir su existencia en la tierra si su amado no estaba en ella.
Cuando todo el brillo de su reinado quedó atrás, Sàngó, en la soledad de su destierro, tomó conciencia de las injusticias había inferido a sus súbditos y dolido, avergonzado y arrepentido de su soberbia de otrora, decidió dejar la tierra y partir para el Orun, donde suplicó perdón a Olódùmàrè por las acciones cometidas.
El perdón le fue concedido y desde ese momento Sàngó tiene como misión fundamental el oficiar de juez justo e incólume, protegiendo a los hombres contra las injusticias de sus iguales.
Así, el gran Òrìsá, señor de los truenos y las tempestades, es hasta nuestros días el regente de la justicia y el equilibrio. Castigando implacablemente a quien ose pedirle algo deshonesto o ni indebido.


El ota de Sango es una piedra rojiza, semejante a un hacha doble.
Es el emblema simbólico que lo representa un hacha doble, cuyo mango puede confeccionarse en madera, metal o piedra, balanza que representa a la justicia, ornamentos de metal representando la figura de un sol, corona de piedras preciosa, collares de coral. Y por lo general, todo seguidor de ésta divinidad coloca junto a su asentamiento una escultura que en la parte alta de su cabeza lleva un hacha doble.

Los colores representativos de éste Òrìsà son el blanco y rojo, aunque en algunas líneas tengan como color de preferencia el marrón. El día de culto es el martes y su número el seis.
Sus predilecciones en comidas votivas son muy elaboradas, y preferentemente servidas en bandejas de madera (Gamelas).
El ámala de Sango esta elaborado con grana de pecho, harina de trigo condimentos, acelga cocida al vapor y luego refrita con cebollas y la carne. La fuente se adorna con seis bananas pequeñas una manzana roja y rocío de miel.
Su eko preferido está compuesto por banana pisada con miel, agua y aceite de dende y recibe de muy buen grado el Orogbo.

CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS REGIDAS POR SANGO

El carácter de las personas regidas por éste òrìsà son egocéntricos, vanidosos y muy seguros de si mismos.
Los hombres son atentos, sensuales y enamoradizos y aunque honestos y sinceros, no pueden evitar su entusiasmo por la belleza femenina, por lo tanto, no son del todo fieles.
Les encanta mandar y no soportan estar en segundo plano.
Evitan provocar peleas, pero cuando los agravian, son capaces de destruir a su adversario de cualquier manera posible. Como padres son justos y equilibrados.
Sus amistades pueden contar con ellos, pero deberán estar preparadas para aceptarles el umor variable y la altanería casi soberbia que permanentemente acompaña a éstas personalidades.

IYANSA DEL BALE

IYANSA DEL BALE


OYA-IGBALE U OYA TIMBOA

Oya-gbale es la reina madre y señora de los egun.
Fue su hijo llamado Egungun quien, luego estableciera el llamado culto a Egungun, sociedad que venera a los ancestrales muertos y divinizados. Y en honor a su madre la proclamó reina y señora del bale, siendo Oya la única mujer a la que ese culto reverencia.
Oya-bale es patrona y soberana de los muertos, controlando tanto a los egunes como a los demás habitantes de los planos inferiores.
Custodia la entrada de cementerios, andando por las cercanías, atenta y vigilante a sus puertas. Cuando algo le molesta, su lugar preferido son las altas colinas, desde donde hace soplar sus vientos y destruye cualquier cosa que se le oponga.
Oya igbale, junto con Obaluaiye comparten la posibilidad de interponerse entre el mundo de los seres desencarnados y los hombres. A ellos se les suplica por su intercepción para que interrumpan las demandas de un espíritu o de los ajogun.El ota de Oya es una piedra redondeada y turgente, de color rojizo oscuro y textura suave.
En sus asentamientos son colocados los ornamentos que componen el ase de ésta majestuosa Òrìsà. Alguno de ellos son, Espada curva de cobre, que es su metal predilecto, representando a la que le confeccionara su marido Ogun. Espada en forma de rayo. Èrùkèrè, o patacotó confeccionado con la crin de caballo o buey. Cuernos de búfalo. Corona de cobre repujada y adornada con piedras preciosas y bucios, acompañada por una copa de cristal o metal con incrustaciones de oro.

Son sus comidas predilectas el pochoclo, acompañado por rodajas de batata frita.

Batatas asadas a la brasa .

Poroto tapé previamente hervido y luego frito con perejil picado.

Maíz de iyansa : espigas de maíz verde hervidas, que luego de enfriar se sirven en un aguida, rociándolas con mucha miel

Akasa o Akarase ; comida votiva de Oya compuesta de porotos tapé dejados en remojo por varios días y luego molidos en una piedra especialmente consagrada para tal fin. Una vez molidos, se aderezan con una pizca de pimienta, sal y cebolla rayada. Luego se le agregan camarones previamente rayados. Finalmente se bate la mezcla uniéndola con agua, hasta formar una pasta consistente que se dividirá en bollitos y se fríe en aceite dulce.

Abara: la misma masa del akarase es colocada en pequeñas porciones sobre una hoja de bananero, se coloca un camarón seco luego se envuelven las hojas una por una y se cocinan a baño María.

Batapa de gallina ; se cocina la gallina en trozos en abundante agua para que quede bien caldosa, mientras tanto se prepara aparte; leche de coco, camarones secos, castañas de cajú picadas, jengibre y aceite de dende. luego se prepara en un recipiente varias cucharadas de harina de trigo y se disuelven en agua, se mezcla todo en el caldo y se deja asentar hasta que toma punto de espesor.

CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS REGIDAS POR OYA

El temperamento de las personas regidas por éste Òrìsà es fuerte, aguerrido, perseverante y audaz. Para estas personas resulta fácil destacarse en medio de cualquier grupo, manejan muy bien los contactos sociales y les resulta fácil salir airosos de situaciones difíciles.
Las mujeres, detestan tanto la rutina como los quehaceres domésticos, prefieren aventurarse a lo nuevo, recorrer caminos desconocidos y derrumbar los escollos que se les opongan, con fortaleza y decisión.
Poseen ideales fuertes y arremeten con garra trás su meta, pero así como se entregan enteros por un objetivo, cuando lo dejan de lado, no hay nada que los haga retroceder.
Pueden cambiar su vida sin sentir el más mínimo arrepentimiento, por decisión propia, o debido a un amor apasionado y ardiente que se les cruce en el camino.
Y al ser tan apasionados, sus crisis de cólera o felicidad se les nota, no saben ni quieren reprimir las emociones y se muestran sin hipocresías, tanto sus alegrías como su tristeza.
La franqueza que los caracteriza puede hacerlos parecer autoritarios o atrevidos, pero en realidad son personas francas, autenticas y sumamente sensibles.

ÒRÌSÀ OYA, OIA O IYANSA

ÒRÌSÀ OYA, OIA O IYANSA

Orìsá guerrera y sensual, fuerte e intrépida. Señora y custodia de los vientos, tempestades, rayos y truenos, a quienes manipula sabiamente, cuando con el suave soplido de su brisa, permite volar las simientes hacia tierras fértiles, donde germinarán produciendo nueva vida, que ella ayudará a fertilizar produciendo con el poder de enfriar y calentar con su aire, el proceso de evaporación que le permitirá a la lluvia, regar las simientes para permitir su floración. Cuando sopla su gélido viento, congela las aguas transformándolas en blanco y macizo hielo. Oya es la divinidad capaz de contribuir al natural reciclaje de la renovación constante de la vida.
Dueña y guardián del río Níger - Río Odoya para los Yòrùbá -, que pusieron ese nombre en su honor porque se originó cierta vez, que Oya debió demostrar a los sacerdotes su poderío.
Dicen que molesta por la desconsideración de algunos habitantes que no tomaban en cuenta la gran importancia que ella representaba, decidió mostrar su poderío y soplando fuertemente, dejó un extenso agujero en medio de dos largos montículos de tierra, por donde se esparcían redondeadas piedras de color rojizo. Y con cadenciosos movimiento, danzó en el lugar que se fue llenando con el agua que la copiosa lluvia producida por el òrìsà. Así nació según la historia un extenso río que todos dieron en llamar Odoya, dado que fuera ella quien le diera vida.
Oya es un Òrìsà de naturaleza inquieta y autoritaria, expande su gran energía acompañándose por los vientos que hace circular cadenciosa y sensualmente por todo el espacio. su presencia se siente con un brillo propio que le permite destacarse entre todos los demás Òrìsà femeninos.
Durante su permanencia en la tierra se fue transformando en una mujer curiosa, apasionada y voluptuosa.
Oya además de mujer, amorosa y gentil, supo ser un aliado más en la vida de su pareja y con el compartía alegremente, pesadas tareas y cruentas batallas.
Es un Òrìsà fuerte, firme y tenaz, que no repara en sacrificios y es capaz de trabajar en faenas designadas al hombre si así lo requieren las circunstancias, pero siempre poniendo su sensual toque de femineidad.
Feliz, indomable y maravillosamente creativa, es sumamente fiel, porque no concibe la fidelidad a alguien en particular, sino a sus propias convicciones, por lo tanto, cuando entrega su amor a un hombre, solo se interesa por el. Por eso, sus pasiones son arrebatadoras y sus amores absolutos y fuertes, lo que la hace responsable de las alianzas, uniones y sociedades. Es a ella que en la actualidad, se pide favorecer los pactos y las alianzas matrimoniales.
La exuberante personalidad de Oya hace que no pueda disimular sus estados de ánimo, su felicidad irradia alegría por doquier y en su cólera es capaz de destruir con dureza a cualquier adversario.
Detesta la mentira y puede decirse que es diferente a los demás Òrìsà femeninos por su fuerte y justiciero temperamento, fortaleza y su absoluta necesidad de libertad individual. Al saber de las historias de su vida en la tierra, se puede deducir que Oya es una divinidad libre, fuerte y muy ingenua, dado que su autenticidad no le permite especular o intrigar como por ejemplo lo haría Osun.
Y si bien su casi salvaje independencia la asemejan a una realidad cercana a lo masculino, su sensualidad y femeneidad brotan tan ciertamente como la pasión que la caracteriza haciendo de ella una pareja formidable y deseada.
La continua necesidad de Oya de andar libre y segura por los bosques, la llevó cierto día a encontrarse con el poderoso Osanyin. El òrìsà, como siempre estaba recogiendo las hojas medicinales, que prolijamente guardaba en una calabaza colgada de la punta de una rama y que siempre llevaba consigo. Oya, saludando al gran curador, rogó que le obsequiara alguna de sus hojas a lo que éste se negó. Fastidiada y decidida, Oya agito sus brazos y un viento increíble envolvió el lugar. Las hojas que Osanyin tenía en sus manos, volaron por los aires y todos los Òrìsà, aprovechando la situación, corrieron a tomarlas.

Al grito de Ewèo, Osanyin trataba de recuperar sus plantas medicinales, pero no pudo evitar que parte de ellas cayeran en manos de Oya y los demás Òrìsà, que a partir de ese momento se hicieron dueños del poder de la curación, gracias al atrevimiento de Oya, y las hojas curativas de Osanyin. Si bien Oya comparte las aguas junto a las demás divinidades, su predilección son los montes rocosos con frondosa y espesa vegetación por donde pasen ríos traslúcidos con cascadas fluyendo entre las rocas.
Resulta de cierta historia que cuando la divinidad necesitaba alejarse del bullicio para pensar, solía adentrarse en el bosque y tomando la forma de un enorme búfalo, recorría la inmensa pradera, bañándose en los límpidos ríos que la cruzaban y descansando al pié de algún frondoso y sombreado árbol. Luego, dejaba escondida su piel y regresaba feliz a sus obligaciones.
Cierto día, Ogún decide salir de caza y visualiza a lo lejos un búfalo que con rapidez semejante al relámpago se detiene muy cerca del lugar que el se encontraba. Escondido tras los matorrales, Ogun espera pacientemente para poder cazar a ese poderoso animal, cuando de pronto, paralizado por el asombro, ve que el búfalo, comienza a transformarse en una hermosa joven, que sensual y rítmicamente va hacia la orilla del río sentándose en una rojiza y redondeada piedra a descansar.
La belleza de la mujer, exalta los sentidos del guerrero que acercándose a ella le proclama su amor. La joven, también prendada por la figura varonil, acepta los galanteos, pero antes de partir con el, le suplica que jamás revele su secreto ante nadie. Ogun, promete silencio si ella consiente en ser su esposa. Y así fue que la joven doncella es desposada por primera vez, viviendo y compartiendo con el poderoso Òrìsà su pasión por los caminos, las guerras y la herrería.
Ogun, muy afecto al vino de palmera, una noche se embriaga fuertemente y olvidando la promesa, les cuenta a sus otras mujeres el secreto tan celosamente guardado por Oya. Ella, molesta y herida por la falta de su marido, no logra perdonarlo, y aunque continúa por algún tiempo más a su lado, espera el momento propicio para partir.
La ocasión se presenta cuando cierta vez, Sango, necesitando armas, busca al herrero Ogún para que se las confeccione, y descubre a la hermosa Oya de la cual queda profundamente enamorado. Cuando las miradas de los jóvenes se cruzan, Oya, comprende que ese elegante y atractivo rey sería de ahí en adelante el único y real amor de su vida y decide partir con el.
Del matrimonio con Sàngó nacen nueve hijos que le dan el seudónimo de Iyansa .
La bravura de Oya la convirtió en la favorita de Sàngó. Juntos peleaban guerras, vencían enemigos y se amaban apasionadamente, lo que sin duda molestó mucho a Osun y Oba, las otras dos mujeres del rey Sàngó, que veían en esa aguerrida, desafiante y seductora mujer, una rival de cuidado.
Osun, celosa y molesta, cierto día discute violentamente con Oya que fastidiada, agita sus manos y castiga con un rayo a Osun. Ésta, aterrada corre lo más lejos posible se esconde en un hueco rocoso del río Osogbo. Sango reprende a Oya duramente y ésta muy alterada lo deja plantado yendo a guarecerse al el fondo del océano, junto a Olókun. Sàngó furioso desencadena una tormenta de rayos y truenos por lo que Èsù sabiamente, decide poner punto final a la pelea, y les habla a las dos esposas para que depongan su actitud. Oya, regresa inmediatamente y se convierte así en la favorita del rey.

PERSONAS REGIDAS POR OGUN

CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS REGIDAS POR OGUN

Las personas que son protegidas por éste Òrísà en particular, poseen un temperamento belicoso, impulsivo y combativo.
Difícilmente olvidan los agravios y su lema es “ a los enemigos ni justicia”.
Por lo general son hábiles con las manos y suelen ocuparse de los arreglos que necesite la casa ellos mismos.
Como amigos son serviciales, divertidos y condescendientes y puede contarse con ellos para cualquier pedido.
En lo afectivo son sumamente apasionados y temperamentales, les place dominar a su pareja y no soportan que se los contradiga.
Como maridos no son muy fieles, se aburren pronto y difícilmente permanecen viviendo en un mismo lugar. Es común que los hijos de éste Òrìsà, se divorcien y formen una nueva familia, una o varias veces.

LAS SIETE DIVISIONES DE ÒGÚN

LAS SIETE DIVISIONES DE ÒGÚN

En opinión de los Yòrùbá las siete divisiones de Ògún serían las siguientes:

ÒGÚN ALÁRÁ
El Ògún que fuera rey de Ara.

ÒGÚN ONÍRÈ
Rey de Ire.
Ògún descendió en Ilé-Ifè, junto a los demás Òrìsà, destacándose por su coraje y bravura en la cotidiana lucha por la sobrevivencia en el lugar. Siendo ese coraje que le concedió el ser hasta nuestros tiempos, la divinidad que corta los obstáculos que se cruzan en el camino del hombre.
Cierta vez, los Òrìsà, enviados en misión de exploración, se encontraron con un espeso e intransitable bosque que inexorablemente debían atravesar.
A Òrìsà-nlá, como líder máximo le correspondió abrir un camino para cruzarlo, pero esa tarea resultó imposible de cumplir, con cada golpe asentado a la maleza, su débil machete confeccionado de bronce, se deterioraba, hasta quedar totalmente destruido. Al ver la imposibilidad del gran Òrìsà, Ògún decide tomar la delantera y con su pesado y sólido machete de hierro macizo, logra cortar las malezas. Así, todos muy felices continuaron continuar su travesía pudiendo cumplir las ordenes impartidas por Olódùmàrè. De regreso a Ilé Ifè, y en agradecimiento por su acción, le fue entregado el título honorífico de Òdìn-imolè.
Aunque sentía felicidad por el título ganado, Ògún no estaba muy interesado en pasar su vida encerrado entre cuatro paredes, por más que estas fueran las de un palacio.
Dejando atrás Ilé Ifè, partió hacia las montañas, en procura de nuevas aventuras.
Sus andanzas lo llevaron hasta Ìrè, un pueblo que conocedor de sus gloriosas victorias, lo recibió con todos los honores.
Ògún peleó duras batallas contra los enemigos de Iré y sus conquistas llenaron de gloria esa pequeña ciudad que no dudó en considerarlo su jefe y señor.

ÒGÚN ÌKOLÀ
Fuerte, joven y entusiasta guerrero que ayudaba a los heridos en las batallas y es tradicionalmente considerado el médico que recorría los caminos curando enfermos. Es por ello que a Ògún también se lo considera el patrono de los cirujanos.
Su comida predilecta es el caracol de tierra.

ÒGÚN ELÉMONA
Fue rey de Emona región a la que defendió con bravura y tesón. Siendo su comida predilecta la mandioca asada en las brasas.

ÒGÚN AKIRINRI o AKÍRUN
El herrero por excelencia, que fabricó las armas y los elementos de labranza utilizados por todos las demás divinidades. Y come carne de tortuga marina.

ÒGÚN GBÉNÀGBÉNÀ
Tambien herrero cuyos y ornamentos esculturas eran requeridas por todas las naciones dada su estética y perfección de líneas. Protector los herreros,, mecánicos, motociclistas y choferes.

ÒGÚN MÁKINDÉ
El viejo y sabio cazador que prefería la soledad de los montes al bullicio de las ciudades. Custodia los caminos cercanos a los bosques rodeados de árboles, y suele descansar de sus batallas en las colinas sobre alguna roca cercana a las cataratas.
Ògún Makinde es también el custodia de las fronteras de todos los pueblos, ciudades y países, por ello, en nuestros días se lo considera el protector de los puertos y aeropuertos, marineros y aeronavegantes y fuerzas armadas.
No tiene predilección especial por alguna comida en particular, el recibe todo cuanto se le ofrece y en agradecimiento ayuda a los transeúntes que desean pasar de un país a otro y protege la vida de los gendarmes que custodian las fronteras.
En lo relativo a la convivencia con los demás, aunque es querido y respetado, no mantien buenas relaciones, dado su temperamento belicoso y el poco respeto que muestra por las jerarquías. La violencia de Ogun fue mas intensa luego de ser abandonado por su mujer Oya, quien lo abandonara por Sàngó.
Ogún vivió muchos años en el aiye, hasta que por causa de un mal entendido, su violencia terminó con la vida de todo un pueblo.
Luego, cuando tomó conciencia de lo arrebatado de su accionar, tomando su espada, la clavó en la tierra y haciendo un gran agujero desapareció dentro de ella y desde allí, subió al Orùn para no regresar más.
A pesar de su manifiesta violencia, como amigo es cordial, integro y protector, no mide esfuerzos para ayudar a sus amigos, ni juzga sus errores, justifica y comprende cualquier actitud de sus camaradas; y así como es implacable y destructivo con los enemigos, es leal y bondadoso para con los amigos.
En el aiye Ogun, como casi todos los Òrìsà, tuvo varias esposas e hijos.
El primer hijo se llama Ogúndá Misí - que quiere decir Ògún me salve. Ogúndá Misí quedó en Ire oficiando como rey cuando Ogun decidió partir hacia otras ciudades.
La bravura del guerrero mítico es frecuentemente narrada y en cada historia se pueden comprobar las características de ese particular Òrìsà.
Dicen que un buen día Òdúdúwà mandó a Ogún a una batalla, prometiendo que si regresaba vencedor, lo coronaría como rey.
Ogun partió a la guerra, regresando victorioso y trayendo consigo una fuerte cantidad de esclavos, todo tipo de tesoros y a una mujer muy hermosa.
Al verla, Òdúdúwà quedó prendado de ella y le dijo a Ogún que deseaba hacerla su esposa. Ogún, también apasionado por la joven, discutió con Òdúdúwà, gritando que no tenía derecho, que esa mujer le pertenecía y no la compartiría ni con el ni con nadie.
Òdúdúwà muy enojado por la insolencia de Ogun, expulsó a éste del palacio y se negó a coronarlo como rey, advirtiéndole que jamás a partir de ese momento podría usar corona. Es por esa razón que Ogún no lleva corona y si un sombrero cónico llamado fìlà-ide ( casco de metal ).
Otro de los hijos de Ogun, pero no reconocido socialmente por éste, fue Onraiyan. Y al respecto, los ancianos cuentan que Ogun, luego que la pasión por la joven había mermado, comenzó a cortejar a una mujer que conociera en el mercado.
Estaba conversando con la moza, cuando acertó a pasar por el lugar Òdúdúwà. El guerrero, recordando el enojo anterior de su amigo, presentó a su nueva conquista simplemente como una conocida, negando tener alguna relación con ella.
Òdúdúwà contento al saber que la joven no era mujer de Ogun, se enamoró de ella y la que hizo su esposa sin saber, que en realidad la joven mantenía relaciones escondidas con el guerrero.
De esa relación triangular nació un niño muy especial que de un lado era negro y del otro blanco y dieron en llamar Òrányàn.
Ogun tomo conciencia de su media paternidad, pero como había mentido a Òdúdúwá y temía sus represalias, decidió callar su paternidad. Pero en honor de ese hijo, cuando llegó la fecha de su festival pintó su cuerpo mitad negro y la otra mitad de blanco.
Por ésta razón, durante las fiestas de homenaje a Ogún, sus seguidores pintan sus cuerpos mitad negro y mitad blanco.


El Otà de Ògún es por lo general confeccionado en hierro. Su forma asemeja a una serpiente en espiral. Su piedra ritual es de color rojizo oscuro semejante a un cono.
Adornan el ota sus emblemas característicos, compuestos entre otros, por un machete de hierro o acero, espadas, y la mayoría de los implementos de guerra, caza y labranza y siete varas de membrillo.
Su sencilla vestimenta está confeccionada con Mariwo, hojas de palmera recién brotadas con las que el Òrìsà acostumbraba a cubrir su cuerpo. que también suele llevar en su mano cuando su espada no es empuñada para la pelea. Es tan simple en sus vestimentas como en sus gustos, en realidad su mayor interés es derrotar a los enemigos y lograr que se reconozca su valentía y obedezcan sus ordenes.
Los colores que caracterizan a Ogun son rojo y verde, verde, azul oscuro, y negro y blanco. Al ser Ògún un Òrìsà por demás austero, sus comidas no contienen sofisticación alguna.
Prefiere platos simples, asados o tostados directamente sobre el fuego, caracoles de tierra y tortuga asada. Bebe vino de palma y cebada.
Sus comidas votivas no se preparan con salsas o aderezos muy fuertes., ni llevan mucho tiempo de elaboración.
En América, se lo agasaja con una tira de ternera asada a la brasa o en la plancha, acompañada con harina de mandioca torrada y aderezada con aceite de dende.

EL ÒRÌSÀ ÒGÚN u OGUN

EL ÒRÌSÀ ÒGÚN u OGUN

Ògún es un Òrìsà masculino del panteón Yòrùbá, fuerte intrépido y arrogante.
Está relacionado a la metalúrgica y la tecnología; y a todo cuanto tenga concomitancia con las guerras, luchas y batallas. Por lo anteriormente dicho, Ògún es el prototipo del guerrero y, además, está a cargo de todo lo relacionado con las conquistas, la caza, el hierro y uso de todo implemento confeccionado con ese material específico.
Las historias del paso de Ogún por la tierra lo muestran como un aguerrido peleador de inestable y arrebatado carácter. Su arrolladora bravura, casi roza el concepto de tiranía e imperialismo tenaz.
Su parcialidad y violencia no le permiten medir consecuencias. Nada detiene su brazo en afán de conquistas. Las lides son su habitad natural y si lo provocan, su espada victoriosa arrasa con todo cuanto se oponga a su objetivo final.
Es orgulloso, le gusta que reconozcan su bravura y detesta ser desobedecido.
Su triunfo en la batalla, hace morder el polvo a sus enemigos, que sucumben ante su poder, rindiéndose totalmente, sometidos por la fuerza exuberante del gran guerrero.
La energía que Ògún posee es creativa, exuberante, explosiva e indomable. Nada lo detiene hasta lograr su objetivo, su capacidad de trabajo y visión práctica de cualquier hecho, le proporciona logros concretos
Este guerrero mítico, es considerado símbolo del trabajo eficiente y constante, laborando la naturaleza misma, mientras la prepara para un sistemático y productivo rendimiento.
Ogun es prototipo de la fuerza productiva, que martillando en el yunque va transformando a golpes y calor el hierro en acero. Su gran fuerza y tenaz constancia, convierten las láminas de acero en las espadas, lanzas y escudos, que sirven para salir a conquistar la vida.
Su capacidad de trabajo y visión práctica de los hechos, le permiten logros increíbles, pero como la imparcialidad no es uno de sus dones, algunas veces la ciega impulsividad que lo domina, hace que reaccione sin medir consecuencias, arrasando a su paso, con todo cuanto encuentra. Pero cuando se considera respetado y sabe que no le mienten, juzga como correcto lo que se le pide, sin tomar en cuenta que la persona sea culpable o inocente, el ayuda y protege sin límites.
Tal como Èsù, Ògún posee dominio sobre los caminos ya que es el responsable directo de caminos, bifurcaciones, rutas, caminos en construcción y los cruces que unen ciudades o pueblos.
Si Èsù es responsable por el tráfico en los cruces de caminos, Ògùn es el que determina quien puede o no pasar por ellos.
En opinión de Monique Augras, la función del Òrìsá Ògún es realizar en el astral las guerras que los seres humanos no logran vencer. Como amante, Ògún es apasionado y directo en los requerimientos. No pierde tiempo en sutiles seducciones y aborda casi agresivamente a la mujer que le interesa. El amor para el, es una batalla mas a ganar y expresa ardiente e impacientemente su intensa sexualidad.
Nada lo detiene cuando su corazón desborda de pasión, y si se ve rechazado, no claudica, continúa insistiendo en su cometido, porque hasta el amor es para el, una batalla a vencer. Ogun no acepta derrotas, no soporta sentirse frustrado ni despreciado por nada, ni nadie.
Esa actitud tan intempestiva y belicosa dan a sus romances una cuota de intensa y fogosa pasión, que aunque suele ser corta, no deja de ser profunda y sentida.
Para Ogun es difícil aceptar la idea de consolidar raíces o formar un hogar estable. Su paso por el amor, suele ser tan fugaz como fuerte y en rigor de verdad, prefiere ser centro en las batallas, a encerrar su bravura recostado en la cómoda y mullida cama de una confortable casa. El es un valiente guerrero, magnífico cazador e incansable viajero que ama y odia con la misma pasión.
La pasión de éste Òrìsà surge de todas y cada una de las situaciones vividas por él en la tierra. Tal como ésta que dice que en la época que Ògún vivía con Oya, había dejado las luchas para establecerse y formar un hogar.
Por esos días era el herrero más cotizado de la comarca y su mujer, lo acompañaba, ayudándole en las tareas diarias cargando sus herramienta, manejando el fuelle para activar el fuego de la forja y sirviendo para él, vino de palma al que era muy afecto.
Cierto día y como agradecimiento a su dedicación, Ògún obsequió a Oya una espada curva de hierro, con el mango ornamentado en cobre, bronce y oro, semejante a la suya. Dicha espada era un arma poderosa y que Ògún utilizaba con éxito en las batallas y tenía el poder de dividir a los hombres en siete partes, y en nueve a las mujeres. La pareja era esporádicamente visitada por Sango quien pasaba largas horas sentado cerca del fuego admirando la forma en que Ogún trabajaba el hierro, mientras de reojo observaba a la hermosa mujer de su amigo. Oya, a su vez gustaba de ese elegante Òrìsá de cabellos trenzados, vestimentas fastuosas y adornos de pulseras y collares magníficos. Sin duda su elegancia contrastaba con la simpleza y austeridad de su marido, con el que Oya, desde hacía tiempo estaba molesta por haberla herido al hacer público un secreto personal que le jurara nunca revelar.
El amor nació entre Oya y Sàngó, que no pudiendo resistir tamaña pasión, decidieron huir para vivir juntos.
Ògún enfurecido por la traición se lanzó en persecución de los amantes abriéndose paso con su machete, hasta que un buen día encontró a los fugitivos.
Presto y feroz, blandiendo su mágica espada atacó a Oya, quien al mismo tiempo, cruzo la suya y éstas se tocaron, dividiendo a Ògún en siete partes y a Oya en nueve.
Fue a sí como el Òrìsà guerrero quedó dividido en siete partes idénticas, siendo por ello que cuando se hace referencia a Ògú, se lo llama Mejè, que significan; loas siete pasajes de Ògún; y Oya quedó dividida en nueve partes, recibiendo el nombre de Iyansa..

ÈSÙ BÀRÀ YANGÍ O YANGI

ÈSÙ BÀRÀ YANGÍ O YANGI



Es la divinidad Más Próxima al hombre, el reconoce sus flaquezas y es quien ayuda a resolverlas.
ÈSÙ YANGI es solicitado por los humanos para que los proteja e intervenga en su favor cuando en su vida surgen disensiones, guerras o conflictos de intereses.

"... Según MARCO AURELIO LUZ, esu Yangi, es representado por la base, punto inicial del okoto (la espiral). el okoto es un elemento signo que representa la expansión de la materia original, Yangi, en forma sucesiva y espiralada, que caracteriza las funciones de esu de expandir la vida en el universo..."

Sus predilecciones en materia de comidas votivas son; carnes rojas, gallos, maíz entero bien seleccionado y torrado, papas asadas y pochoclo.
Algunas de las herramientas que le son consagradas son; llave, candado, cadenas de acero, buzios, monedas, tridentes, etc.



BÀRÀ LODE


Es el Èsù que cuida y controla las casa de religión. Posee un cuarto separado del resto de la estructura y obligatoriamente debe construirse cerca de la entrada principal y en primer lugar.
En ese cuarto se “asienta Bàrà Lode junto con Ogun Avaga “ y se colocarán todos sus Ase.
Los africanos consideran que Bara Lode guarda al ilé de todos los peligros del exterior y atiende las necesidades de sus fieles. Por esa razón es asentado a la intemperie, dentro del predio, tribu, Ilé o ciudad, y se lo agasaja libremente, dejando sus alimentos y ofrendas rituales al pié de su ICONO o árbol . El respeto y la veneración permiten que así ocurra y nadie se permitiría hurtar o ensuciar nada del sagrado lugar.
Lamentablemente en occidente no se está preparado para respetar las tradiciones “diferente”, por tal motivo Bara Lode es “encerrado” en un cuarto o casa especial.
Bara Lode y Ogun Avaga aseguran las puertas del ilé protegiendo a los miembros de la congregación del paso de enemigos, maledicencias y envidias.
Las personas que poseen a Bara Lode como su Òrìsà protector ( hijos de Bara ), son los únicos que asentarán su Otá dentro del templo, en el altar principal.
Son los Asé más frecuentes para su asentamiento, Tridente con siete puntas montado sobre una misma base, o un sólo tridente. Cadena larga de metal. Llaves. Monedas. Buzios y cuartinha ( botellón de barro donde se coloca el agua que Bará bebe ), etc..
Por su parte, los enseres de Ogun Avaga, están compuestos por machete. Lanza. Faca. Cincel y todas las herramientas confeccionadas en hierro, etc.

ÈSÙ BÀRÀ ODÀRÀ u ODARA :

Es el Bara que está presente en las 256 caídas del odu y quién responde en el oráculo.
Los Yòrùbá ofrendan a BARA ODARA, como agradecimiento a sus servicios, su comida votiva, gallo rojo o chivo.
Es dogma de fe entre los Yòrùbá que al no cumplir con el “sacrificio” ( ofrenda ritual ) para con Bara Odara, no vale pena consultar al oráculo. Si Bara Odara no se siente bien atendido, o no se lo tiene en cuenta en primer lugar, dice la creencia africana que no elevará el pedido a los demás Òrìsà y por consiguiente la consulta perderá su validez.A Èsù Bara Odara se lo considera como el Bara que puede y sabe compensar a los hombres con todas las maravillas que Dios creó para ellos.

ÈSÙ ELENINI

Es la entidad de los obstáculos poseyendo el poder de trabar u obstaculizar los caminos de las personas.
Para la opinión de los Yòrùbá, EleninI , en el Orún sería el custodio del cuarto interior de Olódùmàré.

ÈSÙ LONA

Es una clase de LODE que no se asienta dentro del templo.
LONA es el Èsù de los caminos, va y viene andando por las fronteras sin hacer parada en ninguna casa o pueblo específico.
Errante y poderoso, recoge los pedidos que se le realizan en las afueras de los pueblos o ciudades.

OGBARA, ELÉGBÀRÁ o ELEGBARA

El Èsù dueño y señor del látigo, con el que arrasa todo tipo de enemigos visibles e invisibles. A Elegbara se lo denomina “el arrasador”.
Considerado por el pueblo africano como un Òrìsà fuerte y rápido, que a su paso puede devastar todo lo que se le oponga.
De el se dice que es el remolino que arrasa todo cuanto hay de negativo, brindando magia a su paso.

ÈSÙ BARA LÀRÒYÉ o LAROYE

Es un Èsù entrometido y jovial; sumamente parlanchín y amante de las intrigas.
Posee el don de llevar y traer todo tipo de cuentos. Le encanta que organicen fiestas con mucho bullicio en su honor y sabe convencer muy astutamente a todo el que desea.

ELEGBA

El que castiga y lastima sin piedad a los enemigos.
Poderoso y justo Òrìsà, muy protector de sus fieles, e implacable con los enemigos.

ÈSÙ DENOMINADOS BARA DE ADENTRO
Dentro de cada templo o casa de religión se consagra al Òrìsà Bara, vulgarmente denominado, “Bara de adentro”.
Estos asentamientos rituales son guardados en el ala central ( cuarto Santo ), junto con los Otá de los demás Òrìsà de culto. Los más cultados en América son:

BARA LANA

Es el Bara que hace el camino, abre las puertas de la fortuna, corta las trabas y perturbaciones de sus seguidores y limpia el aura, preparando así a la persona para una mejor calidad de vida. Posee el poder de solucionar múltiples problemas y dentro del templo es a quien se le encarga la resolución de las cuestiones materiales y la limpieza espiritual de los integrantes de la congregación o adeptos casuales.
Como los demás, el Otá de Bará Lana es colocado en vasija de barro y junto a él se ubicarán todas las herramientas o asé rituales que el sacerdote o sacerdotisa utilizará en su nombre para diferentes ritos y pedidos.

BARA ADAGUE

Es el Òrìsà que impide y corta , sin ayuda alguna, todos y cualquier obstáculo que los seres humanos tengan.
Posee la cualidad de quebrar hechizos, envidias, maledicencias e intrigas que una persona, egun, desencarnado, o entidad, haya deseado a otra.

BARA ASÈLÙ o AJELU

Es el Òrìsà capaz de organizar al pueblo. Y aunque muchos historiadores lo sincretizan como un Bara niño, la realidad es que Bara Ajelu sería el Bará más viejo de todos.
Por tal razón sus alimentos deben estar muy bien cocidos y preferentemente sazonados con miel.

CARACTERÍSTICASDE LAS PERSONAS REGIDAS POR BARA

Las personas que poseen a Bara como su Eleda particular, muestran un carácter ambivalente y caprichoso. Tanto pueden ser cordiales, como desconsiderados y agresivos. Por momentos se muestran parcos y al rato, se muestran alegres, caprichosos y juguetones.
Tratados con respeto y consideración, son amigos sinceros, comprensivos y considerados
Si están de buen ánimo se interesan realmente por el prójimo, pero si por alguna razón no se estuviera de acuerdo con sus opiniones, todo el encanto primero deja lugar a una actitud agresiva, intrigante y empecinada.
En lo personal, detestan asumir responsabilidades que les impidan libertad de acción.
Disfrutan del viajar, caminar sin rumbo fijo por las calles, porque adoran disfrutar de la vida a pleno y su peor castigo es sentirse encerrados o reprimidos. Son dicharacheros, afectos a los juegos de azar y a las bebidas alcohólicas.
Su extravagancia suele complicarles la vida de relación, porque al ser tan amigos de la intriga y el corre ve y dile, se envuelven en confusiones y problemas de toda índole.
Obedientes de las tradiciones familiares, se sienten felices manteniendo al grupo unido y dado su carácter díscolo y juguetón, les resulta duro acatar órdenes, pero si son debidamente tratados y comprendidos, obedecen dócilmente a mayores, jefes o empleadores. Como enemigos son peligros y vengativos. Su orgullo les impide aceptar una derrota y no dudan en utilizar toda clase de ardides para lograr su cometido. Y al ser rencorosos, difícilmente olvidan o disculpan las afrentas inferidas y esperarán pacientemente la manera de hacerle pagar caro a su contrincante, la herida recibida.
Tienen muchos conocidos pero muy pocos amigos fijos. Se necesita mucha paciencia y comprensión para tratar a estas personas, tan llenas de dinamismo y libre pensamiento.

EL PANTEÓN DE LOS ORISA

EL PANTEÓN DE LOS ORISA Y SU HISTORIA EN EL AIYE
ÒRÌSÀ ÈSÙ BÀRÀ

ÈSÙ BÀRÀ, O Esu Bara : PARA LOS YÒRÙBÁ. ELEGBA PARA LOS EWÉ. ELEWUA PARA LOS LUKUMI y SANTEROS CENTROAMERICANOS.

BÀRÀ es un Òrìsà fundamental dentro del panteón africano. Tiene el poder de actuar sobre toda la creación y es el único custodio del Ase de Olódùmàrè y lo transporta, manteniendo la intercomunicación entre los diferentes dominios del universo.
Posee relación con el oráculo de Ifà y es quién traduce por medio de los buzios, a los hombres la palabra de los òrìsà.
De todos los Òrìsà es el más astuto. El mensajero que lleva a cabo todos los trabajos. Nada se puede lograr sin antes haberle ofrendado a Bara.
Òrìsà de fundamental importancia dentro del panteón Nago, por poseer el privilegio de recibir todas las ofrendas y obligaciones en primer lugar, para luego distribuirlas a quien corresponda. Razón por la que ninguna obligación o ebo puede ser realizada sin haberle servido antes a Bàrà.
El significado simbólico de ofrendar en primer lugar a este Òrìsà, reside en mantener la armonía, puesto que Èsù simboliza el principio de la existencia individualizada, y en el contexto del pensamiento africano, desempeña el re-equilibrio de fuerzas.
Al ser Bàrà el dueño y custodio de los cruces del camino, asume la responsabilidad del trafico astral, seleccionando las vibraciones que pueden o no pueden pasar.
Por sus características, los pedidos más frecuentes son de apertura de caminos, trabajo bien remunerado y trabe o destrabe todo lo relacionado con el movimiento bursátil, de mercado, los negocios, empresas, etc..
Todo Ilé, casa de religión o pueblo, tiene “asentado” ( plantado ) en la entrada principal su Bàrà con los Asé correspondientes, para que cuide e impida el paso de enemigos o malas influencias al lugar.
En América es común que residencias particulares de adeptos o practicantes de la Religión Tradicional Africana , o Lukumí , “asienten su Bàrà o Elewua en la entrada de sus casas.
Al respecto de Èsù Bàrà, Santos, en su libro editado en el año 1976, dice lo siguiente; “... Esu posee diversos nombres que caracterizan sus funciones, tales como Yangi, primeras materia del universo, Bara, que rige el interior del cuerpo, Enugbarijo, ligado a las funciones de la boca y la voz; Ejixe-ebo, mensajero y transportador de ofrendas; Elebo, señor de las ofrendas, quien establece la unión entre los seres humanos con los Òrìsà y viceversa; Esu Lona, que abre y cierra los caminos y cuyo lugar preferido son los cruces de camino; Esu Obe, es el esu que maneja la faca y quien separa y auxilia los nacimientos, y también‚ propicia la muerte; Osetuwa, quien mueve los odu que rigen el destino...."
Èsù tiene mucho que ver con la reencarnación, en el BALE (reino de los muertos). los yòrùbá consideran que es el, quién permite el pasaje de los egun para el cuerpo de los que van a reencarnar.
Aunque parezca el más joven por su simpatía y carácter juguetón , Èsù es el más viejo de los òrìsà. y es sin duda el mas astuto de todos. Es además responsable de la parte interna de nuestro cuerpo. - esto se desprende del siguiente análisis: Èsù Bàrà , es igual a obara , que separado significa rey del cuerpo , y resulta del siguiente análisis : oba, rey, ara, cuerpo . Consecuentemente es el principio de movimiento y circulación de las vías internas del cuerpo humano. rige las cavidades del útero, e interactua entre el semen y el óvulo.
También posee ligación con la placenta, tercer elemento que permite el principio de vida individual. en ese contexto, y por ser considerado manifestación de "potencia ", constituye la fuerza de la sexualidad, fecundación y abundancia.

"... dice Santos (1971), Esù está asociado y moviliza el destino individual...".

Se dice que es el transmisor de la voluntad de los Òrìsà, porque acompaña a cada uno de ellos, y ejecuta sus decisiones. Pero al aseverar que Èsù transmite y liga, no se debe olvidar que además posee el poder de desunir y confundir.
Èsù Bàrà ejerce sus funciones en todos los reinos de la naturaleza. Está entre el mundo de los hombres y el mundo de los egun, por lo tanto vigila el ciclo de las encarnaciones.
No hay barreras para Èsù, atraviesa los límites y recorre todos los caminos de todos los planos.

En Ògbè Òdì se cuenta como en la tierra comenzó a manifestarse el engaño y la traición. Y que debido al mal comportamiento de sus moradores, las ansias de poder y los intereses creados; los cielos lloraron tanto que la tierra se anegó al punto de no poder ser sembrada.
Los habitantes de la tierra solo podían obtener alimentos tendiendo sus redes, cosa que realizaban en conjunto para amenizar en algo la espera de poder volver a pisar tierra firme. La pesca no era muy productiva y todos estaban muy preocupados y hambrientos.
Èsù, como era su costumbre se aparta del resto y decide pescar solo, logrando que sus redes salieran repletas de pescados.
Muy molestos y desorientados por la falta de alimentos, los habitantes plantearon a Esu la necesidad de que éste subiera al orun para rogarle a Ògún, confeccionara arpones y anzuelos para cada uno de ellos, porque con la red que tenían era imposible abastecer el alimento para todos.
Èsù considerando razonable el pedido, aceptó la propuesta y dejando sus redes tendidas y trabajando para el, se elevó y en un segundo estaba en las puertas de la casa de Ògún, quien en ese momento salía rumbo al palacio de Olódùmàrè, con el que tenía una importante entrevista.
Èsù le pidió que dejara todo de lado puesto que su pedido era de suma importancia y ante la negativa de Ògún, decidió tenderle una trampa para que se quedara.
Para ello, sin que nadie lo percibiera, transformándose en una cuerda, cerro fuertemente la garganta del hijo menor de Ògún, quien atragantado se revolcaba en el suelo, cosa que esperaba Èsù, que solícito, corrió en su auxilio, y subrepticiamente retiró la cuerda de la garganta, aliviando así al pequeño.
El padre, agradecido por la intervención de Èsù, decide posponer el viaje y preparando su equipo, comienza a fabricar las herramientas que le fueran pedidas.
El apuro de Èsù era mucho y mientras Ògún encendía el fuego, el otro soplaba, avivándolo de tal manera que casi instantáneamente las herramientas estuvieron lista, luego con un soplido enfrió el metal y partió raudo hacia la tierra.
Ya en aiye, descubrió que había sido robado, la red estaba totalmente vacía, los Òrìsà, en su ausencia recogieron la red y se repartieron los peces que había en ella.
Para calmar la indignación de Èsù, todos decidieron pagarle, pero cuando llegó el turno de Òrúnmìlà, este se negó rotundamente a hacerlo. Èsù furioso le dijo que inmediatamente regresaría al orun y lo acusaría de robo frente a Dios.
Temeroso del castigo divino, Òrúnmìlà registró su Ifa, quien le aconsejó que sacrificara un cabrito, lo asara y entregara en un costado del camino, cosa que inmediatamente cumplió, quedándose escondido cerca del lugar a esperar los acontecimientos. El aroma de la carne llegó hasta la casa de Èsù que no pudo resistir la tentación y corrió a ver de donde provenía. Cuando llegó al lugar y a pesar de saber que la comida no le pertenecía, decidió comerla, porque ya estaba cansado de tanto pescado. En eso estaba, cuando apareció su rival increpándolo por comerse la carne que él había preparado para compartir con los demás Òrìsà.
Sabiendo Èsù que había contravenido las leyes sagradas, en pago decidió que olvidaría la falta del Òrúnmìlà, si éste a su vez lo hacía con la suya. Òrúnmìlà, aprovechó la ocasión para imponer su primacía frente a Èsù y le dijo que aceptaba la propuesta siempre que el, enfrente de todos los habitantes de la tierra lo proclamara como jefe absoluto, a quien todos debían consultar y respetar sus mandatos.
Como Èsù había cometido una falta grave y no quería ser castigado, aceptó a Olódùmàrè como jefe supremo en la tierra con la condición de que se le concediera a perpetuidad, ejecutar las órdenes de todos los Òrìsà, pero especialmente las de Òrúnmìlà y que siempre y en todas las circunstancias, el fuera servido en primer lugar por todos sin excepción. Sellaron su puesta de acuerdo, y juntos dieron las nuevas a los demás. Y así, Èsù es y será por siempre el mensajero, que recibe las ofrendas de todos los Òrìsà, encargándose de entregarlas luego de haber tomado la porción que a el le pertenece.
El ota donde se asienta y es concentrada la energía de Bàrà, proviene de un monolito de barro endurecido de color medio rojizo. Esta piedra es considerada LA PRIMERA MATERIA DEL UNIVERSO . Todos los fundamentos, vituallas, armas y ornamentos que le pertenecen, son colocados junto a su Ota.
Son algunos de sus emblemas más usuales, el ógo cetro de madera trabajada en forma fálica y adornada generalmente con hilos de oro, buzios y cuentas rojas, rojas y negras o rojas, blancas negras. Siete Tridentes unidos en su base. Adoniran - una calabaza conteniendo todas las sustancias que representan sus poderes -. Generalmente se lo culta todos los Lunes. Sus números son el 7 y los múltiplos derivados del mismo y su color es el rojo.
Las comidas votivas más usadas en Occidente para agasajar a Bará son:

Maíz entero bien seleccionado y torrado, servido con 7 papines asados y 7 “ opeté “ (papas o mandiocas, que luego de hervidas y hechas puré, se elaborarán en forma de croquetas y se colocarán junto a los papines asados, sobre los granos.

Eko o eco : Comida votiva preparada con agua, harina de maíz y aceite de dende. Por lo general en los templos el eko y las comidas específicas se sirven en día lunes junto con el agua de la cuartinha.
Estas comidas quedan por siete días y se cambiarán al lunes siguiente, pudiendo ser despachadas en la esquina más cercana a la puerta del Ilé.

Asoso , comida ritual de Bàrà Ajelu compuesta de maíz entero, muy bien seleccionado y dejado en remojo por no menos de tres días y luego hervido y rociado con miel de abejas.

Otro Eko : comida realizada con maíz blanco, dejado en remojo por tres días, y luego molido en un mortero hasta formarse una pasta que se cuece en agua. Una vez cocido, se sirve en un recipiente de barro y se le vierte encima un chorro de Epo y 7 Akasa o akarase. Por lo general esta comida se sirve en una obligación ritual importante en remplazo de la ofrenda diaria.
El eko es usualmente regado con la sangre de los animales utilizados en el ritual y se “despacha” ( entrega ) en las inmediaciones del templo durante la ceremonia ritual de “ obligación de eko “, en vez de la comida tradicional, que deberá quedar servida en el cuarto durante los días que el sacerdote considere prudentes

Èsù Bàrà posee el poder de multiplicarse, pero todas las clases o nombres con que los denominamos, pertenecen a un sólo Èsù, el Òrìsà Bàrà
Las clases de Bàrà siguientes se denominan Bàrà de afuera , y sus asentamientos deben ser realizados fuera del cuarto santo o salón principal del templo. Brevemente doy algunos nombres de Èsù Bàrà más cultados en América.

LOS ÒRÌSÀ MAS REPRESENTATIVOS EN AMÉRICA

LOS ÒRÌSÀ MAS REPRESENTATIVOS EN AMÉRICA
Para el credo Yòrùbá los Òrìsà son energías, fuerzas, atributos vivientes, dramatizaciones y revelaciones de una compleja idea religiosa .

Son los Òrìsá quienes poseen el privilegio de trasmitirle directamente a Olódùmàrè aquello que los hombres les solicitan, para que el decida otorgar o no dicho pedido. Y es el Òrìsá Esu, custodio del "Ase" de Dios, quien lleva a cabo todas las súplicas de los humanos. Y partiendo de dicha afirmación, sin Esù el desequilibrio sería total, no habría existencia.

A diferencia de los guías, espíritus o entidades que utilizan al médium como puente de incorporación, los Òrìsà se manifiestan además diferentes formas.

Quiero hacer mías las palabras de Chistopher Omoloye Fajemirokun cuando asevera que “... El culto a los Òrìsá presupone una naturaleza viva, animista.

Tienen su nombre propio, sus formas antropomórficas en las que se intenta ubicar los diversos aspectos del poder espiral de la creación que todos habitamos.

La palabra Òrìsà está ligada a la cabeza ( orí ). La cabeza es el contenedor y símbolo visible de la esencia de la personalidad de cada uno. La cabeza espiritual es aquella que rige el destino personal antes de nacimiento; contiene y expresa el espíritu de un ancestro encarnado...”

En mi opinión, los Òrìsà no tienen día ni hora específicos, todos los días son para todos y cada uno; somos nosotros, los seres humanos quienes por la necesidad de tener un orden les hemos dado días concretos de culto.

Es por esa razón que en muchas Naciones ( tribus, líneas o corrientes religiosas ), se rinde homenaje a un Òrìsà un determinado día de la semana, y en otra tribu o nación se agasaja a la misma deidad en otro día distinto.

En rigor de verdad, tampoco hay lugares específicos para despachar sus ofrendas, dado que sería muy complicado por ejemplo, servirle a YEMOJA en el mar, en un lugar como Buenos Aires donde se deben recorrer 400 kms. para ver el mar. Por esa razón las casas de religión poseen lo que se denomina cuarto santo y es el lugar en que se sirven las comidas votivas y donde se realizan los rituales iniciaticos.

Allí está concentrada la energía del Òrìsá regente del templo, junto a los demás eledá de culto.

Si bien las comidas votivas forman parte de la tradición, los Òrìsà aceptan todo tipo de alimentos, siendo de uso común en muchas casa religiosas servirle a Bará, o depositar en el altar, una porción de la comida de los miembros de la congregación que viven en el lugar, como ofrenda de agradecimiento por el pan dado cada día.

El acto en si se lleva a cabo cualquier día de la semana, donde cada comensal retirará una pequeña porción de su comida, la dejará enfriar en el centro de la mesa y cuando esté a temperatura ambiente, un iniciado se encargará de llevarla al cuarto de Bará o al Pegi, presentándola a los Òrìsà quienes en unas cuantas horas recibirán su "esencia". Luego, en el día siguiente se despachará en un verde, o en la puerta del templo‚ para que los perros la coman.

Esta costumbre no forma parte de una obligación ritual, más bien responde a tradiciones que van pasando de jefes a discípulos. Es por esa razón que todo creyente debe respetar el Asè de todo templo sin criticar. Es de necios creer que los cambios en las ceremonias o la diferencia de días de culto a un Òrìsà determinado, hacen de ese ILE un lugar sin cultura religiosa. No debemos llamarnos a engaño; la heterogeneidad de los rituales públicos si bien es cierta, no deja de ser totalmente homogénea en cuanto profundizamos en las raíces de la religión.



SALUDOS A ÒRÌSÀ EN AMERICA

En América los Òrìsà mas conocidos y cultados son los siguientes y cada Òrìsà es saludado de una manera en particular.

ORISA
SALUDO
TRADUCCIÓN

ÈSÙ BÀRÀ
ÀLÙPÒ
EL QUE SELECCIONA

ÒGÚN
ÒGÚN YÈ
VIVA OGUN

OYA EPÀ
YÈ YÒ
¡ EPA ! ALÉGRATE Y TRANQUILÍZATE

SÀNGÓ KABÒ
KÁBÍYESÍ´LÉ
BIENVENIDO SU ALTEZA REAL

ODE ÒKÈ
BÁMBÒ KE
VIVO TU LLEGADA A LA MADRUGADA

ÔBÀ
ÈSÓ
PROTÉGEME

ÒSANYÌN
EWÉO
¡ SANAME CON TUS HIERVAS !

SÒNPÒNNÓ
ABAO
¡ TE REVERENCIAMOS !

ÌBEJÌ

NO POSEE SALUDO ESPECÍFICO

ÒSUN
¡ YÈ YÈ O !
¡ OH ! MADRE !

YEMOJA
OMIO
¡ OH ! AGUA !

OSÀ-NLÁ !
EPÀ O ! BÀBÀ
¡ OH ! PADRE !